Durante la tarde del 17 de octubre, se registraron dos ataques armados en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, donde resultaron asesinadas dos personas, entre ellas una abogada penalista.
Este hecho motivó a Sandra Cuevas, exalcaldesa de la demarcación, a criticar públicamente a su sucesora, Alessandra Rojo de la Vega, señalando fallas en la estrategia de seguridad actual.
El primer ataque ocurrió en el cruce de la avenida Cuauhtémoc y Viaducto, donde fue asesinada quien habría sido identificada de manera extraoficial como la abogada penalista Oralia Pérez Garduño. Minutos después, en la calle de 5 de Mayo y Motolinia, en el Centro Histórico, la activista y líder de comerciantes Diana Sánchez Barrios fue atacada junto a dos hombres más. Uno de ellos falleció a causa de un impacto de bala.
A través de sus redes sociales, Sandra Cuevas destacó que el «operativo diamante», implementado durante su gestión, «sí servía», sugiriendo que las recientes fallas en seguridad son resultado de la administración de Rojo de la Vega. Aunque su mensaje no fue dirigido directamente al ataque contra Sánchez Barrios, sí cuestionó la efectividad de la actual estrategia de seguridad.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México informó que uno de los acompañantes de Sánchez Barrios, un hombre de 32 años, falleció a consecuencia de las heridas recibidas en el ataque. Mientras tanto, se ha iniciado una investigación para dar con los responsables de ambos atentados.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) también se ha pronunciado sobre los hechos, confirmando que se brindará acompañamiento psicológico y jurídico tanto a las víctimas como a los testigos de ambos ataques.
