“Sinfonía de la Vida: Geometrías del Universo”
El Museo de Historia Natural (MHN) es un conjunto arquitectónico compuesto por diez estructuras semiesféricas y una superficie total de exposición de unos 7,500 metros cuadrados, el cual recientemente fue remodelado y sus instalaciones fueron rehabilitadas.
Esta rehabilitación integral, realizada como parte del ‘Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura’,
permitió al museo recuperar su grandeza y para el gozo de quienes habitan y visitan la Ciudad de México, se ha inaugurado “Sinfonía de la Vida: Geometrías del Universo” del artista Pedro Friedeberg, quien diseñó y donó a la Ciudad de México su arte plasmado sobre las bóvedas —construidas alrededor de los años 60— que va a poder ser observado desde las alturas y desde el Cablebús.
La realización de esta obra fue posible gracias a la coordinación entre la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX, el Fideicomiso Todos Juntos por el Museo de Historia Natural y la Fundación Coppel.
Alejandro Sordo, director de la Fundación Pedro Friedeberg, consideró que esta intervención artística es un hito para la Ciudad de México, que refleja un museo de calidad mundial. “La primera bóveda se llama ‘Nexo de la Vida’ y tiene una referencia directa a nuestras culturas originarias de México, vinculada a la conexión de nuestras vidas; la segunda tiene relación con los aros del átomo que van formando la vida, y la tercera tiene una referencia directa con nuestros tejidos de Oaxaca. La parte de las cuatro bóvedas está vinculada a la biodiversidad, México es uno de los principales países que tiene biodiversidad en el mundo, está la parte de la expansión geométrica, el sol naciente, y tenemos otra bóveda que es el nudo de la vida, que representa las cadenas tróficas, y la última relacionada con los océanos”, precisó.
Pedro Friedeberg es un artista y diseñador italiano que radica en México. Su trabajo forma parte de lo que se podría clasificar como movimiento surrealista mexicano, junto con obras de Leonora Carrington y Alice Rahon. A partir de los sesentas comenzó a exponer de manera prolífica dentro y fuera del país llegando al siglo XXI con más de 70 exposiciones en su carrera artística. A lo largo de su desempeño artístico ha ganado diferentes premios, entre ellos el de la Bienal de Córdoba en 1966 (Argentina), la Exhibición Solar en 1967 (México), la Trienal de Grabado en Buenos Aires y la XI Bienal de Artes Gráficos en Tokio 1984. Fue nombrado Artista Creador por el Sistema Nacional de Creadores Mexicanos y Extranjeros en 1993. Su obra forma parte de exposiciones permanentes y de colecciones privadas.
