El Juzgado Primero de Distrito en Mérida, Yucatán, ha dictado una nueva suspensión definitiva a las obras del Tren Maya en el Tramo 5 Sur, que abarca de Playa del Carmen a Tulum.
Esta medida se mantendrá vigente hasta que se dicte sentencia en el juicio de amparo 821/2022, presentado por diversas organizaciones que alegan violaciones ambientales en la ejecución del proyecto.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Fonatur Tren Maya y las empresas responsables de las obras han sido señaladas por violar la autorización de impacto ambiental expedida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en junio de 2022.
El juez Adrián Fernando Novelo argumentó que continuar con las obras podría causar daños ambientales irreparables. Según el juez, “se causarían daños de difícil reparación que podrían ser irreparables” si las obras continúan.
Informe de la Profepa confirma daños ambientales del Tren Maya
La decisión del juez se basa en un informe de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que documenta diversas infracciones ambientales. Entre los hallazgos se incluyen el derrame de cemento en cavernas, la oxidación de materiales de construcción, y la modificación de formaciones naturales sin autorización. El informe detalla que camiones revolvedores realizaron el lavado de la olla revolvedora en sitios no autorizados, causando derrames de cemento en cavernas y cenotes.
Acciones Prohibidas Realizadas en las Obras
La Semarnat había prohibido explícitamente varias acciones en su autorización de impacto ambiental, tales como verter materiales contaminantes en zonas de escorrentía y tapar o rellenar cenotes y cavernas.
A pesar de esto, las actividades prohibidas han continuado, incluyendo el vertido de cemento y la perforación en zonas sensibles. La Profepa reportó que el cemento derramado se solidificó en áreas secas y cayó en cuerpos de agua, afectando seriamente las cavernas.
El juez Novelo fundamentó su decisión en los principios de prevención e in dubio pro natura, que obligan a las autoridades judiciales a priorizar la protección del medio ambiente ante cualquier duda.
“La destrucción de un cenote o de una cueva natural, formados por la propia naturaleza con el paso de los años, no puede regresarse al estado que tenía previamente”, señaló el juez, subrayando la gravedad de los daños causados.
Antecedentes del Juicio de Amparo
El amparo indirecto que originó esta suspensión fue presentado en marzo de 2022, argumentando la falta de cumplimiento con la obligación de proteger el derecho a un medio ambiente sano. Las obras del Tren Maya habían iniciado sin una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) adecuada, respaldadas únicamente por una autorización provisional.
En mayo de 2023, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional el acuerdo presidencial que permitía el avance de estos megaproyectos sin evaluaciones ambientales completas.
La suspensión definitiva se da en un contexto de creciente preocupación por los daños ambientales que podrían ser irreversibles si las obras continúan.
Las denuncias de científicos, ambientalistas y organizaciones han sido corroboradas por los informes de la Profepa, y la intervención judicial busca prevenir mayores daños ecológicos.
Conclusiones del Juzgador
El juez concluyó que, aunque las obras del Tren Maya contaban con autorizaciones iniciales, no se han cumplido las condicionantes necesarias para garantizar la protección ambiental.
“Basta que se tenga por acreditada la existencia de una probable afectación al medio ambiente, para demostrar el peligro en la demora”, afirmó, subrayando la obligación de tomar medidas precautorias para evitar daños mayores.
Con información de El Universal