Más de 10,000 trabajadores de la Cooperativa La Cruz Azul, provenientes de seis estados, se manifestaron este lunes en la Ciudad de México, pidiendo la liberación de la planta de Tula de Allende, Hidalgo. Los empleados acusan a un grupo antagónico de “mantenerla secuestrada” y rechazan cualquier mediación del secretario de gobierno estatal, Guillermo Olivares, para establecer mesas de negociación.
Encabezados por Víctor Velázquez, presidente del Consejo de Administración, los trabajadores se unieron en un contundente llamado al cumplimiento de la ley. En un comunicado, la cooperativa subrayó que ante las propuestas de negociación de Olivares, los trabajadores dejaron claro: “¡No negociamos con delincuentes!”, instando al funcionario a “dejar de lado sus intereses personales” y atender la situación de la planta de Jasso.
Este conflicto, que ha escalado a niveles violentos en el pasado, ha generado una creciente tensión entre los diferentes grupos de trabajadores. La semana pasada, el secretario de gobierno intentó acercar a ambas partes para resolver el tema, pero solo el grupo encabezado por Federico Sarabia Pozos, que mantiene tomada la planta, se presentó a la reunión.
Durante la manifestación, grupos de trabajadores de Campeche, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Ciudad de México unieron sus voces en una misma consigna: “¡Exigimos que se cumpla la ley!”, “¡No negociamos con delincuentes!” y “¡Que viva La Cruz Azul!”. La protesta se llevó a cabo apenas dos días después de que la cooperativa celebrara su 93 aniversario en una ceremonia en sus oficinas corporativas en el sur de la Ciudad de México.