Redacción MX Político.- Un grupo de probadores de videojuegos formó el primer sindicato de trabajadores de Microsoft en los EE. UU., que también será el más grande en la industria de los videojuegos.
Communications Workers of America dijo el martes que la mayoría de unos 300 trabajadores de control de calidad en la subsidiaria de videojuegos de Microsoft, ZeniMax Studios, votaron para unirse al sindicato.
Microsoft ya le dijo a la CWA que aceptaría la formación del sindicato en su subsidiaria de videojuegos con sede en Maryland, cumpliendo la promesa que hizo de tratar de generar apoyo público para su adquisición por $68.7 mil millones de otra gran compañía de juegos, Activision Blizzard.
Microsoft compró ZeniMax por $ 7.5 mil millones en 2021, lo que le dio al fabricante de Xbox el control de la conocida división de publicación de juegos de ZeniMax, Bethesda Softworks, y franquicias de juegos populares como The Elder Scrolls, Doom y Fallout.
El probador senior de juegos Wayne Dayberry dijo en una entrevista con The Associated Press que la campaña de sindicalización comenzó antes de que Microsoft asumiera el control y reflejaba las preocupaciones en el lugar de trabajo que son comunes en las compañías de videojuegos.
«En toda la industria, los departamentos de control de calidad reciben un mal trato, se les paga muy poco y se los trata como engranajes reemplazables», dijo Dayberry, quien ha trabajado durante cinco años en la sede de ZeniMax en Rockville, Maryland, en juegos como Fallout, Prey y The Evil Within. .
«No hay mucha dignidad involucrada en eso», dijo. «Eso es algo que esperamos mostrar a las personas de la industria que se encuentran en situaciones similares, que si nosotros podemos hacerlo, ellos también pueden hacerlo».
La campaña de sindicalización se aceleró gracias a la oferta en curso de Microsoft para comprar el gigante de juegos con sede en California Activision Blizzard. Microsoft, con sede en Redmond, Washington, hizo un pacto en junio con el sindicato CWA para permanecer neutral si los trabajadores de Activision Blizzard buscaban formar un sindicato.
La promesa a favor de los trabajadores buscaba apelar a las preocupaciones de los reguladores estadounidenses bajo el presidente Joe Biden sobre las implicaciones laborales de las fusiones comerciales masivas, aunque no impidió que la Comisión Federal de Comercio presentara una demanda el mes pasado para bloquear la adquisición planificada de Activision Blizzard por parte de Microsoft. El caso antimonopolio tuvo su primera audiencia el martes y podría prolongarse durante meses.
Dos pequeñas unidades de trabajadores de Activision Blizzard fueron las primeras en certificar sindicatos el año pasado en Middleton, Wisconsin y Albany, Nueva York. Una tercera, Proletariat, subsidiaria de Activision Blizzard con sede en Boston, presentó una petición el 27 de diciembre ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales para sindicalizar a sus 57 trabajadores.
El acuerdo de neutralidad legalmente vinculante de Microsoft se aplicó específicamente a los trabajadores de Activision Blizzard después del cierre de la fusión. Pero también refleja los principios más amplios de Microsoft sobre el manejo de la sindicalización, que aún es poco común en las industrias de tecnología y juegos.
Dayberry dijo que la promesa de neutralidad de Microsoft les dio a los trabajadores la confianza de que no habría «represalias o represión sindical, que no ha habido».
La luz verde de Microsoft permitió que la certificación sindical de ZeniMax pasara por un árbitro externo en lugar del proceso más largo que suele supervisar la NLRB. Un período electoral de una semana terminó el 31 de diciembre y se certificó formalmente el martes. Microsoft dijo en un comunicado que reconoce al sindicato.
«Definitivamente han mantenido su palabra todo el tiempo», dijo Beth Allen, portavoz de CWA. «Es bastante trascendental. Microsoft es un caso atípico en la forma en que las empresas tecnológicas se han estado comportando».
Los trabajadores sindicalizados tienen su sede en Hunt Valley y Rockville, Maryland, así como en las ciudades de Austin y Dallas, en Texas.
