Internacional

Trump acusa al Partido Laborista británico de influir en elecciones presidenciales de EE.UU.

La campaña de Donald Trump presentó una queja ante las autoridades electorales de Estados Unidos, acusando al Partido Laborista británico de interferir en las elecciones presidenciales. La denuncia señala que la visita planificada de miembros del partido británico para apoyar a la demócrata Kamala Harris constituye una «flagrante interferencia extranjera».

Según los informes, el equipo de Trump considera que cerca de 100 miembros del personal laborista viajarán a EE.UU. para respaldar a Harris en estados clave. La normativa de la Comisión Federal Electoral (FEC, por sus siglas en inglés) permite que extranjeros participen en campañas, pero exclusivamente como voluntarios no remunerados.

El primer ministro británico, Keir Starmer, respondió que los integrantes del Partido Laborista viajarán en calidad personal y en su tiempo libre. “Eso es lo que han hecho en elecciones anteriores, y eso es lo que están haciendo ahora. Es algo bastante sencillo”, aclaró Starmer a la prensa.

Por su parte, Susie Wiles, codirectora de la campaña de Trump, criticó duramente la presencia laborista en EE.UU. “Los estadounidenses volverán a rechazar la opresión del gran gobierno que rechazamos en 1776”, afirmó. Además, calificó al Partido Laborista como promotor de una “extrema izquierda” cuyas ideas, según ella, inspiran las “políticas peligrosamente liberales” de Kamala Harris.

Starmer enfatizó que su gobierno trabajará con quien gane la contienda presidencial estadounidense, subrayando la importancia de mantener relaciones positivas. El primer ministro también reveló que se reunió con Trump durante la Asamblea General de la ONU en septiembre. “Pasé un tiempo en Nueva York con el presidente Trump. Cenamos juntos y buscábamos establecer una buena relación, lo cual logramos. Le agradezco mucho por dedicarme su tiempo”, explicó Starmer.

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