Trump amenaza con sacar a EE. UU. de la OTAN si no hay un «trato justo»
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que consideraría la posibilidad de que su país abandone la OTAN si los países miembros no cumplen con sus obligaciones financieras.
En una entrevista transmitida este domingo en el programa «Meet the Press» de NBC, Trump enfatizó que el apoyo a la alianza atlántica depende de un trato justo y equitativo.
Condiciones para permanecer en la OTAN
Durante la entrevista, Trump afirmó: “Si están pagando sus cuentas, y si creo que nos están tratando de manera justa, la respuesta es: absolutamente, me quedaría con la OTAN”.
Sin embargo, dejó claro que si no se cumplen estas condiciones, no dudaría en considerar la salida de Estados Unidos de la organización.
Trump ha sido crítico con la OTAN en el pasado, argumentando que Estados Unidos «se aprovecha» de las contribuciones financieras de otros países. En su primera administración, logró que los aliados comenzaran a pagar más por su defensa, recaudando más de 600 mil millones de dólares.
“Logré que se destinaran cientos de miles de millones de dólares a la OTAN simplemente con una actitud dura”, explicó.
La OTAN fue establecida después de la Segunda Guerra Mundial y se comprometió en 2014 a que sus miembros gastaran al menos el 2% del PIB en defensa. Sin embargo, Trump ha presionado para que este porcentaje sea elevado al 4%, lo que ha generado tensiones entre Estados Unidos y sus aliados.
Implicaciones para la Seguridad Global
La amenaza de Trump de retirar a Estados Unidos de la OTAN podría tener serias repercusiones para la seguridad global, especialmente en un momento en que las tensiones geopolíticas son altas.
Su enfoque «Estados Unidos primero» ha suscitado preocupaciones entre los aliados sobre el futuro del compromiso militar estadounidense en Europa y otras regiones.
La comunidad internacional observa atentamente las declaraciones de Trump, ya que su regreso a la Casa Blanca podría reconfigurar las alianzas globales.
Los líderes europeos han expresado su inquietud ante un posible cambio radical en la política exterior estadounidense, especialmente en relación con el apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa.