Venezuela acaba con la criptomoneda petro
Venezuela está poniendo fin a la criptomoneda petro que el presidente Nicolás Maduro lanzó hace seis años para eludir las sanciones de Estados Unidos, pero que nunca despegó y se vio envuelta en un escándalo de corrupción.
Todas las billeteras criptográficas que se encuentran en la Plataforma Patria, el único sitio web donde se comercializaba el petro, se cerrarán el lunes 15 de enero, según un mensaje mostrado en el sitio de la plataforma.
Los petros restantes se están convirtiendo a bolívares, la debilitada moneda local.
La criptomoneda se lanzó con gran pompa y ceremonia en febrero de 2018, respaldada por las vastas reservas de petróleo de Venezuela, y con un precio de 60 dólares estadounidenses por unidad.
Con Caracas estrangulada por las sanciones económicas de Washington, Maduro prometió que el petro «permitiría nuevas formas de financiación internacional».
Sin embargo, los ciudadanos tenían dificultades para entender cómo utilizarlo y algunos organismos de clasificación de riesgos lo calificaron de «estafa».
En 2020, Maduro intentó revivir la moneda ordenando a las aerolíneas que vuelan desde Caracas que la usaran para pagar el combustible y haciendo obligatorio el pago de servicios estatales como obtener un nuevo pasaporte.
Sin embargo, en última instancia, su uso quedó limitado a algunas operaciones estatales, como el pago de impuestos. Las multas de tráfico se entregaban en petros, pero no era posible pagarlas con la criptomoneda.
El gobierno obligó a los bancos a presentar sus saldos tanto en bolívares como en petros.
En la Plataforma Patria, utilizada principalmente por el gobierno para repartir subsidios a la población, los usuarios sólo podían intercambiar petros por bolívares a través de un sistema de subasta.
«El petro (PTR) está oficialmente muerto», escribió la semana pasada en las redes sociales la plataforma privada CryptoLand Venezuela.
La sentencia de muerte fue un escándalo de corrupción que estalló el año pasado por irregularidades en la gestión de fondos de operaciones petroleras realizadas con criptoactivos.
El caso provocó la dimisión del otrora poderoso ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, y la detención de decenas de funcionarios, incluida la alta dirección del regulador de criptomonedas Sunacrip.
También condujo a una ofensiva contra las operaciones mineras de bitcoins en el país, donde otras criptomonedas como bitcoin han sido una protección muy popular contra la hiperinflación y la deflación del bolívar.
Según una encuesta presentada en 2022 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el 10,3 por ciento de los venezolanos posee criptomonedas, en comparación con el 8,3 por ciento de los estadounidenses y el 5 por ciento de los británicos.