La diputada panista hace un atento llamado a las comisiones de Asuntos Migratorios de San Lázaro y el Senado, así como a sus homólogas del Congreso de los Estados Unidos, para encontrar medidas estratégicas que conlleven a soluciones estructurales al problema bilateral.
Redacción MX Político.- Nora Elva Oranday Aguirre, diputada federal migrante del Partido Acción Nacional (PAN), comprometida con su tema y con la vía por la que arribó al Congreso de la Unión en esta Sexagésima Quinta Legislatura y, quien es secretaria además de la Comisión de Asuntos Migratorios, se puso en acción debido a las políticas antiinmigrantes del gobernador de Texas, Greg Abbott.
Desde la ribera del Río Bravo, en Eagle Pass, Texas, la diputada recordó a través de un vídeo, que el Consejo de aquella ciudad se pronunció contra las acciones tendientes a la privatización y la militarización antiinmigrante de esa zona fronteriza, haciendo a la vez un llamado a las comisiones de Asuntos Migratorios de las cámaras legislativas mexicanas, así como al Congreso de los Estados Unidos en sus dos diferentes instancias camerales, ante el gran reto que significa analizar y encontrar solución al cruce de miles de personas sin documentos que cruzan el Río Bravo.
El tema “no puede ser objeto de medidas unilaterales, como las que implementó recientemente el Gobernador Greg Abbott de Texas, al colocar boyas con alambre de púas y navajas, en medio de este río que nos ha dividido… a la altura de Eagle Pass”, señaló la legisladora mexicana.
“Entendemos el problema del Gobierno de Texas, de buscar sus propias soluciones al problema migratorio… sin embargo las medidas unilaterales y agresivas como las boyas (punzocortantes) no son la solución al problema y atentan contra los derechos humanos de quienes cruzan la frontera y se ven desprotegidos por ambos gobiernos”, recalcó enfáticamente.
Para finalizar, la diputada migrante coahuilense manifestó su convicción de que es necesaria una nueva política migratoria planteada por los dos países (México y EEUU), con estrategias del más alto nivel, para llegar a soluciones estructurales adecuadas, siempre con el apego a los derechos humanos de las personas.
Previamente solo el presidente Andrés Manuel López Obrador, forzado por las circunstancias propias de una conferencia de prensa como “la mañanera”, se había visto orillado en las últimas horas, a pronunciarse –aunque con cierto dejo de ‘moralismo religioso’ y no de diplomacia contundente–, contra las acciones del Gobernador de Texas, Greg Abbott.
Incluso se está investigando ya la posibilidad de que tales acciones hayan provocado la muerte de por lo menos dos personas en condición migrante, en su intento de llegar al territorio estadounidense buscando una mejor vida o incluso, salvar su existencia al escapar de la delincuencia organizada de su país o su región originaria.
Un mexicano y un joven hondureño de 20 años aproximadamente –no hay más precisión aún en las autopsias- ya es el saldo potencial de víctimas mortales, que está en proceso de investigación.
Cabe recordar también, que durante la conferencia matutina del jueves, López Obrador señaló que la actitud del Gobernador de Texas, Greg Abbott, es “inhumana”, luego de confirmarse la muerte de estas primeras dos personas.
En esa “mañanera”, el mandatario mexicano reprochó que “no debería él (Abbott) de actuar así. Es inhumano, le digo, que no se trata así a ninguna persona, no debe tratarse así a nadie, eso no es de gente buena y solo siendo buenos podemos ser felices”.
Y es que aparte de López Obrador y su “diplomático mensaje”, ni la Cancillería dirigida por Alicia Bárcena, ni la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, responsable de la seguridad interna de este país, se han pronunciado con determinación y firmeza diplomática en cuanto a estos deplorables acontecimientos.
Bárcena informó los pasados 14 y 15 de julio que había enviado sendo “extrañamiento diplomático” al Gobierno del Estado de Texas y a la semana siguiente, hizo llegar ‘nota diplomática’ a la Unión Europea, en protesta por la colocación de boyas y alambre de púas a lo largo del Río Bravo, para desincentivar el paso de migrantes desde el sur de la frontera con nuestro país.
Tampoco los líderes de los diferentes partidos, ni miembro alguno del Senado mexicano ni del Poder Judicial, han hecho un señalamiento sobre la deplorable amenaza a la condición humana de las personas.
Vamos, ni siquiera las multicitadas y célebres “corcholatas” de López Obrador, es decir, sus precandidatos favoritos para la próxima contienda presidencial de 2024, han reparado en la muerte de estos dos individuos que todo parece indicar quedaron atrapados en el alambre de púas que forma una malla con el muro de boyas.
hch