Redacción MX Político.- El presidente Xi Jinping dijo el sábado que «la luz de la esperanza está justo frente a nosotros» mientras China enfrenta una explosión de casos de COVID-19 luego de un abrupto levantamiento de las restricciones.
Tres años después de que el coronavirus surgiera por primera vez en la ciudad china de Wuhan, Beijing comenzó este mes a abandonar su política de contención de línea dura conocida como «cero-COVID».
Desde entonces, los hospitales chinos se han visto afectados por una avalancha de pacientes, en su mayoría ancianos, los crematorios se han sobrecargado y muchas farmacias se han quedado sin medicamentos para la fiebre.
«La prevención y el control de epidemias están entrando en una nueva fase… Todos están trabajando con determinación y la luz de la esperanza está justo frente a nosotros», dijo Xi en un discurso televisado para el Año Nuevo.
Fue la segunda vez que el presidente chino comenta sobre el brote esta semana. El lunes, pidió medidas para «proteger efectivamente la vida de las personas».
China informó el sábado más de 7.000 nuevas infecciones y una muerte relacionada con COVID de su población de 1.400 millones, pero las cifras parecen estar fuera de sintonía con la realidad sobre el terreno.
Las autoridades han anunciado que pondrán fin a la cuarentena obligatoria a la llegada para los viajeros que ingresen a China a partir del 8 de enero y permitirán a los chinos viajar al extranjero, luego de tres años de frustración.
En respuesta, varios países europeos, incluidos Francia e Italia, así como Estados Unidos y Japón, han anunciado que exigirán pruebas negativas a los pasajeros que lleguen desde China, principalmente por temor a nuevas variantes.
Canadá dijo el sábado que se unía a la lista de países que requieren pruebas negativas, citando «los limitados datos epidemiológicos y de secuencia genómica viral disponibles» sobre casos recientes de COVID en China.
Marruecos, por su parte, fue un paso más allá y anunció que prohibiría la entrada de todos los viajeros procedentes de China, independientemente de su nacionalidad, «para evitar una nueva ola de contaminaciones en Marruecos y todas sus consecuencias».
