Y la palabra del año es…
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, ha dado a conocer la “Palabra del Año: “, que fue seleccionada entre doce candidatas.
Como cada año, las voces seleccionadas por la Fundación cumplieron dos requisitos. Por un lado, son palabras que han aparecido con especial frecuencia en los medios de comunicación y en el debate social en los últimos doce meses. Por otro lado, se intenta que todas las candidatas tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: que generen dudas entre los hablantes, que hayan adquirido un significado nuevo, que se hayan formado de una manera poco habitual…
Este 2024, las palabras que fueron seleccionadas y de las que salió la ganadora de la FundéuRAE son, ordenadas alfabéticamente alucinación, dana, fango, gordofobia, inquiokupa, mena, micropiso, narcolancha, pellet, redulación, turistificación y woke.
1. Alucinación
Aunque no es una palabra nueva, tanto ella como alucinar han ampliado su significado con el desarrollo de las inteligencias artificiales. Se usan en el ámbito de la tecnología para referirse a la invención de información errónea por parte de los sistemas de inteligencia artificial. Es una extensión del sentido que ya tenían estos vocablos, y no es necesario marcarlos con cursiva o comillas.
2. Dana
Las graves inundaciones en el este y el sur de la península ibérica han hecho que se haya disparado el uso en los medios de comunicación durante el último trimestre de dana (con minúsculas), la lexicalización de DANA, sigla de depresión aislada en niveles altos. La forma dana ha sido incorporada al Diccionario de la lengua española en su última actualización, que se hizo pública este martes 10 de diciembre. Si se usa como sigla, se escribirá enteramente con mayúsculas, pero ya se emplea como sustantivo común lexicalizado escrito en minúsculas: la dana.
3. Fango
Las consecuencias de la dana en España, y las labores de limpieza que aún continúan en muchos lugares afectados, han multiplicado las apariciones del término fango en los medios españoles. Igualmente, este sustantivo ha estado muy presente en la información política y social con su segunda acepción, ‘vilipendio, degradación’, caso en el que no necesita comillas o cursiva.
4. Gordofobia
Otra voz que se ha escuchado este año es gordofobia, escrita en una sola palabra y sin guion. Para referirse a todo aquello relacionado con ella, o a quienes tienen esta aversión o rechazo, es gramaticalmente válido usar tanto el adjetivo gordófobo como gordofóbico, construidos con las terminaciones –fobo y -fóbico, respectivamente.
5. Inquiokupa
El problema de la vivienda ha centrado la atención de ciudadanos, medios y políticos en multitud de países, por lo que los vocablos y expresiones relacionados con este tema han sido especiales protagonistas todo el año. Este neologismo está formado a partir del truncamiento de inquilino, al que se une el término okupa.
6. Mena
La situación de los menores extranjeros no acompañados, denominación a la que corresponde la sigla MENA, que llegan a un nuevo país ha sido otro de los debates políticos más presentes en diversos lugares. Aunque como sigla se escribe con mayúsculas, está muy asentada su lexicalización como sustantivo común escrito en minúsculas: un mena, los menas.
7. Micropiso
Siguiendo con la cuestión de la vivienda en multitud de países, otro de los términos que más se han repetido ha sido micropiso, formado por la unión del prefijo micro- (que significa ‘muy pequeño’) al sustantivo piso, con el sentido de ‘conjunto de habitaciones que constituyen vivienda independiente en una casa de varias alturas’. Se recuerda que se escribe en una sola palabra, sin guion ni espacio (no micro-piso ni micro piso).
8. Narcolancha
El elemento compositivo narco- (que significa ‘droga’) aparece unido a muy diversas voces para expresar su relación con este tipo de sustancias. Se encuentra en narcodólar, narcotráfico o narcoviolencia, y en otras de más reciente aparición como narcolancha.
9. Pellet
El extranjerismo pellet se emplea actualmente en múltiples contextos. La palabra pellet ha entrado en el Diccionario de la lengua española (DLE) en su última actualización, la 23.8. Esta voz —que en español también podría adaptarse como pélet y, según el ámbito, tener alternativas como granza o gránulo— estuvo muy presente, por ejemplo, en los medios de España debido al gran vertido de pequeñas bolas de plástico que se produjo en las playas de Galicia a comienzos de año.
10. Reduflación
El encarecimiento de los bienes y servicios en los últimos meses no solo se traduce en unos precios más elevados, sino en ocasiones también en un producto de menor tamaño al mismo precio. Por este motivo, la voz reduflación, acrónimo formado a partir de reducción e inflación, ha sido otra de las más repetidas durante 2024. Se escribe con una sola ce (no reduflacción).
11. Turistificación
La percepción de la turistificación (término válido para referirse al impacto de la masificación turística) en ciertas ciudades o regiones ha llenado las portadas de los periódicos de todo el mundo. El aumento de las viviendas turísticas o la limitación de la llegada de viajeros en áreas masificadas son solo dos de los aspectos que han centrado el debate social este 2024. También se usa con un sentido similar turistización, aunque es más habitual para aludir, de manera más neutra, al hecho de hacer que algo sea turístico.
12. Woke
Se suele traducir este anglicismo como adjetivo informal con el significado de ‘sensible ante las injusticias’, y en español se utiliza tanto de manera positiva como negativa en múltiples contextos. Se escribe en cursiva si se pronuncia igual que en inglés (más o menos /wóuk/), pero puede adaptarse y escribirse en redonda y sin comillas si se pronuncia tal como se escribe, /wóke/.
Las palabras ganadoras han sido: escrache (2013); selfi (2014); refugiado (2015); populismo 2016); aporofobia 2017); microplástico (2018); los emojis (2019); confinamiento (2020); vacuna (2021); inteligencia artificial (2022) y polarización (2023).