Manuel Añorve, coordinador de los senadores del PRI, ha señalado que Acapulco se encuentra al borde de una crisis de proporciones catastróficas. La falta de apoyo a los damnificados por el huracán «Otis» ha desencadenado una serie de eventos que amenazan con sumir a la ciudad en una profunda recesión económica, despidos masivos, y una crisis sanitaria que las autoridades parecen ignorar.
Crisis Económica y Desempleo
Añorve ha destacado que la falta de recursos para la recuperación turística ha llevado al despido de trabajadores de cadenas hoteleras, el cierre de 300 negocios pequeños y medianos, y la acumulación de toneladas de basura que se ha convertido en un foco de infección. El expresidente municipal de Acapulco insistió en la necesidad de que el presidente Andrés Manuel López Obrador preste atención a la realidad que enfrentan los habitantes de Acapulco, subrayando que las autoridades estatales y municipales carecen de la capacidad para abordar la situación.
«Resulta que ya empezó una crisis por el desempleo porque los hoteles no tienen recursos para restablecerse», señaló Añorve, haciendo hincapié en que las manifestaciones sociales ya han comenzado, siendo el Hotel Elcano un claro ejemplo.
Impacto en el Empleo y Economía Local
Añorve resaltó que de los 400,000 empleos generados en Acapulco, solo 20% son formales, mientras que el 80% restante depende de la economía informal vinculada al turismo, como vendedores en la playa, vendedores de alimentos y servicios turísticos.
«La zona turística está colapsada», advirtió Añorve, mencionando el cierre de 300 negocios y la falta de recursos para su reabastecimiento. Además, alertó sobre el anuncio del Grand Hotel de Acapulco, que podría no abrir hasta febrero de 2026 debido a la falta de recursos después del huracán «Otis».
Crisis Sanitaria Inminente
En cuanto a la situación sanitaria, Añorve destacó la acumulación de toneladas de basura en las colonias, la quema de la misma y la falta de energía eléctrica y agua potable en un 80% de las comunidades. Advierte sobre la posibilidad de una «tormenta perfecta» que podría desencadenar pandemias de salud, incluyendo dengue, zika, chikungunya, problemas gastrointestinales y respiratorios.
«Es la tormenta perfecta como ya empezó en Acapulco», afirmó Añorve, exigiendo a las autoridades que reconozcan la crisis sanitaria inminente y tomen medidas urgentes.
En conclusión, Acapulco se encuentra en una situación crítica que requiere una respuesta inmediata y efectiva. La falta de apoyo gubernamental ha exacerbado los problemas económicos y sociales, amenazando con sumir a la ciudad en una espiral descendente si no se toman medidas drásticas de manera urgente.
