Bolita por favor, de la compañía Puño de Tierra, clama el respeto de espacios públicos

Cuatro niñas ven clausurado el parque donde acostumbran a jugar beisbol. En su lugar encuentran la construcción de un centro comercial. Al verse encerradas en su edificio y rodeadas de normas de convivencia que les prohíben correr o gritar, deciden dar la batalla para recuperar su parque. Gracias a la ayuda de la vecina del PH, estas cuatro niñas harán sonar sus voces para recuperar su espacio público.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y la compañía Puño de Tierra, presentan la puesta en escena Bolita por favor, escrita y dirigida por Valentina Sierra, con las actuaciones de Gabriela Murray, Fernando Bonilla/Sergio Bonilla, Valeria Fabbri, Daniela Luque, Anick Pérez y Paulina Bringas.

Su temporada comprenderá del 4 de noviembre al 17 de diciembre, sábados y domingos a las 13:00 horas, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky del Centro Cultural del Bosque.

Con música, coreografías y beisbol se contará la historia de este grupo de niñas que se arriesgan para dejar de ser lo que se espera de ellas y expresarse para recuperar el campo de juego que está a punto de convertir en un enorme centro comercial. Mediante zapatos perdidos, llamadas telefónicas equivocadas, artilugios que retrasan las tareas matutinas y el robo del indispensable papel de baño lograrán manifestar sus demandas, divirtiendo e involucrando al público en este movimiento social.

Este montaje tiene el propósito de hablar de la pérdida de lugares de esparcimiento para las niñas, niños y adolescentes, derivado del descontrolado crecimiento urbano. Al mismo tiempo busca invitar a las y los espectadores más jóvenes a despertar su sentido crítico y de reflexión para defender las causas justas por un bien común.

En entrevista, la autora y directora Valentina Sierra compartió cómo fue la idea para crear esta puesta en escena: Esta es una obra divertida para toda la familia, con personajes alegres que conjugan música y baile. Se busca que el espectador se involucre en esa lucha para sentir la victoria final como propia y lograda en comunidad.

Añadió que esta obra se desarrolla en un ambiente beisbolístico, cada escena es una nueva jugada. La cuarta pared se rompe desde el inicio para hacer que las y los espectadores sean un personaje más. El adultocentrismo se hace presente y las voces de las niñas son ignoradas por la autoridad, por la vecina intolerante y sus propios familiares. La única opción que les queda para hacerse escuchar es la desobediencia civil pacífica, la organización comunal y la lucha hasta conseguir el objetivo, que es recuperar su campo de beisbol y su derecho al juego.  

“Esta temporada está dedicada a Tenzing Ortega+, aquel niño que jugaba a hacer las luces y terminó iluminando mi vida y mi escena”, finalizó Valentina Sierra.

El diseño de escenografía estuvo a cargo de Tenzing Ortega+, las coreografías son de Valeria Fabbri, los diseños de vestuario y utilería de Puño de Tierra, la producción ejecutiva y asistencia de dirección de MariCarmen Núñez Utrilla, mientras que la producción general y diseño de iluminación son de Gabriel Zapata Z.

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