Redacción Oaxaca Político / NVI Noticias.-
Desolación
Hace mucho que no llueve en la población. Hay días en que nubes grises se posan amenazando con derramar agua, pero no ocurre. El viento le sopla bocanadas calientes y las aleja. El paisaje es desolador. Los árboles jóvenes, enjutos por el sol, levantan sus ramas retorcidas como clamando agua.Rachitas de viento levantan tolvaneras grises. A lo lejos, se alzan lomeríos despellejados de vegetación con el sol a plomo.
El campo no es el único que sufre la el estiaje, en las viviendas también es una preocupación.
“Estamos pasando una situación muy difícil. Lo poco que viene del monte, otro poco que se obtiene de un pozo profundo, no es suficiente”, explica Rodolfo Miguel, presidente de la colonia Nueva Esperanza, una de las de mayor dificultad para el acceso al agua potable.
En casa de Rodolfo viven seis personas. El suministro de agua es cada 72 horas así que reciclan cada gota que usan. Labores cotidianas como lavar la ropa, es algo que ya no se puede hacer de manera tan frecuente.
“Ahora ya nos sentimos preocupados porque el pozo que abastecía a casi todo el pueblo, ya ha bajado de nivel, ya casi no da agua. Eso nos preocupa porque ¿quedarnos sin agua? No parece que vaya a llover pronto. Ahora en el campo, los que sembramos no vamos a cosechar nada. Con la última agua que parecía que iba a ser formal tiré frijol y garbanzo que es lo que se da en las lomas que es donde tengo terreno. Nació, pero se secó todo. Eso es dinero mal invertido, por eso los campesinos estamos decepcionados porque no se recoge nada. Muchos como yo nos vamos a trabajar a la ciudad para poder medio solventar a la familiar”.
Secas las fuentes de abasto de agua potable
Francisco Rojas, presidente del Comité del Agua Potable explicó que San Andrés Zautla cuenta con siete galerías filtrantes de las cuales están completamente secas (Barranca de Juana, Paraje el pozo, Ciénega de Arriero, El Limonar, El Palenque, Río Grande y Cañada de Piedra). Para abastecerse de agua potable está haciendo uso de dos pozos, uno llamado Serafín que está en su mínimo nivel y otro denominado Del Río.
“Hemos preguntado con algunas de las personas de mayor edad de la comunidad y nos dicen que nunca habían visto una situación como ahora, no habían pasado tanto tiempo de estiaje como ahora”.
Para el comité de agua potable ha sido difícil enfrentar esta situación, pues si bien es comprensible la demanda de agua de la población, la situación de las fuentes de abasto no hace posible que se dote del recurso hídrico como estaban acostumbrados pues anteriormente había agua todos los días.
“Era una comunidad que tenía mucha agua, aunque poquita tenía diario, ahora no. Ya no logra subir a sus tinacos, los que tienen segunda planta menos. La indicación que les damos es el rebombeo para que el agua llegue a las partes más altas”.
Un pueblo con siglos de historia
Se estima que los primeros habitantes de San Andrés Zautla se establecieron cerca de 1380; una mezcla mixteca, zapoteca, y hay quienes indican que probablemente olmecas y otomíes. Fue hasta el 11 de febrero de 1599 cuando se creó el municipio.
De acuerdo con el último censo de población y vivienda, en San Andrés Zautla habitaban 5 mil 326 personas de las cuales 2 mil 354 estaban en situación de pobreza, además de que el 24.3 por ciento no tenía acceso al agua entubada.
Algunos habitantes estiman que actualmente sólo un 20 por ciento de la población aún trabaja el campo, el resto se dedica a distintas labores comerciales y profesionales en la capital de Oaxaca.
“Estamos pasando una situación muy difícil. Lo poco que viene del monte, otro poco que se obtiene de un pozo profundo, no es suficiente”.
Rodolfo Miguel, presidente de la colonia Nueva Esperanza
“Era una comunidad que tenía mucha agua, aunque poquita tenía diario, ahora no. Ya no logra subir a sus tinacos, los que tienen segunda planta menos. La indicación que les damos es el rebombeo para que el agua llegue a las partes más altas”.
Francisco Rojas, presidente del Comité del Agua Potable
“Los que trabajamos algo el campo ya no nos animamos a sembrar porque tenemos puros terrenos de temporal, de riego también se escasea el agua en las presas y los pozos bajaron el volumen. El año pasado fue uno de los más críticos”.
Daniel Mendoza Soriano, campesinos
GPP
