La fallida estrategia de “abrazos, no balazos” le han permitido a los cárteles del narcotráfico, encontrar el campo fértil para su expansión y empoderamiento, abriendo un profundo frente con el gobierno de Estados Unidos, sumido en una fuerte crisis de salud por el consumo de fentanilo proveniente de México causando decenas de miles de muertos en ese territorio. Las autoridades de EU exigen a la actual administración “hacer más” para detener el tráfico de estupefacientes a su territorio y aquí se responde con ocurrencias y bravatas contra legisladores estadounidenses a quienes se amenaza con pedirle a connacionales no votar por ellos en la próxima elección en Estados Unidos. La confrontación ha ido subiendo de nivel en las últimas semanas y el resultado es de pronóstico reservado.
A lo largo de esta administración, la crisis de seguridad y salud pública en Estados Unidos, derivada del consumo de fentanilo, ha aumentado las tensiones políticas con México, debido a que un porcentaje considerable de la droga llegada a nuestro vecino del norte proviene de laboratorios instalados en nuestro país. El problema es grave y avanza rápidamente. En 20215, cuando el consumo de este opiáceo apenas comenzaba a popularizarse, 10 mil personas murieron a causa de ello, y para 2021 esta cifra se disparó a 71 mil muertes. El año pasado el número se incrementó a más de 100 mil, causando graves crisis de salud.
En territorio norteamericano sigue creciendo la demanda de fentanilo, la cual es cubierta desde México, donde se produce y exporta cada vez más producto. Al ser un negocio manejado principalmente por el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, la violencia se ha potenciado por la disputa del comercio internacional del estupefaciente. La tensión entre nuestro país y Estados Unidos viene de tiempo atrás. En 2019, el ex presidente Donald Trump dijo buscaría tipificar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas, propuesta ofrecida de manera directa, siendo rechazada por las autoridades inmediata y abiertamente. Pero la iniciativa no se quedó ahí, en septiembre de 2022, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva para continuar con esta propuesta y lograr fuera Joe Biden, quien designara a estas organizaciones como terroristas.
En febrero de 2023, 21 fiscales de estados republicanos de la Unión Americana volvieron a ejercer presión sobre el presidente Biden para llevar a cabo esta petición. Estas iniciativas alcanzaron un nuevo nivel a inicios de marzo, cuando se planteó una resolución para autorizar operaciones militares en nuestro territorio contra varios cárteles mexicanos. Se trata de una justificación para ingresar tropas estadounidenses al país, aun sin autorización del presidente López Obrador, quien se posicionó en contra.
No es el gobierno de Estados Unidos quien está impulsando todo esto, sino los liderazgos de oposición dentro de un contexto electoral importante. Sin embargo, hay que tomar estas declaraciones e iniciativas con mucha cautela y no minimizar los reclamos, pues existe una exigencia real de Estados Unidos para detener la producción de fentanilo en México, y se trata de una demanda a la que el gobierno mexicano no ha sabido responder.
Como parte de su precampaña por la nominación presidencial del Partido Republicano, el ex presidente Donald Trump solicitó a sus asesores opciones sobre cómo lidiar con los cárteles del narcotráfico mexicano, incluido el uso de fuerza militar. De acuerdo con lo publicado este jueves por la revista Rolling Stone, las opciones consideradas incluyen ataques militares en territorio mexicano incluso sin contar con la autorización del Gobierno de México. “Los ayudantes de Trump le han informado de varias opciones que incluyen ataques militares unilaterales y despliegues de tropas en un socio y vecino soberano de EU”, dijeron fuentes anónimas a ese medio. Y ¿ese es el gran cuate del tabasqueño? Atacar a México será la base de las campañas electorales.
Pos semanas Mayor y de Pascuas, estas líneas reaparecerán el 10 de abril próximo-
