El Museo Nacional de Arte se adentra en el impresionismo con amplio programa académico

Al inaugurar el Programa académico de la exposición: Monet. Luces del impresionismo, el director del Museo Nacional de Arte (Munal) y curador de la muestra, Héctor Palhares, señaló que “las piezas de Claude Monet que actualmente se presentan son clave no solo dentro de la producción del pintor francés, sino del movimiento impresionista.

En menos de una semana, la exposición ha contado con más de 15 mil visitantes. Nenúfares (1908), Valle Buona, cerca de Bordighera (Liguria Italia) de 1884 —piezas provenientes del Museo de Arte de Dallas—, y Paisaje en Port-Villez (Francia) de 1883 —del Museo Soumaya— son las principales razones del entusiasmo del público, pero el recorrido ofrece otras sorpresas, pues es un diálogo con obras de impresionistas mexicanos, entre ellos José María Velasco o Joaquín Clausell.

En el Auditorio Adolfo Best Maugard, el director del recinto del Inbal ofreció una charla introductoria sobre artista, el surgimiento y desarrollo del movimiento impresionista y su correlato e influencia en México, también adelantó que las siguientes conferencias estarán impartidas por las descendientes de ambos artistas mexicanos, como es el caso de María Elena Altamirano, para hablar de Velasco; y María Amparo Clausell por Joaquín Clausell.

“Estas piezas cobran una dimensión emblemática no solo porque están en México, sino por la envergadura que cada una representa en la historia del impresionismo”, dijo, y resaltó que este movimiento es parte del imaginario colectivo: “Es algo que nos convoca, nos estremece y nos genera la expectativa.

“Es un reencuentro y una invitación a pesar de la polémica que causó esta generación subversiva, rupturista y disidente que abandonó el camino de la academia, la representación realista y el retrato de lo natural para apostar por un camino de luz y de color. Fueron denostados y criticados, pues dieron la impresión de no ver bien, y sin embargo, esos escenarios de pinceladas cortas, empastes, de colores puros y juegos de luz hoy son abrazados”.

Explicó que los impresionistas realizaron una metódica apreciación del entorno: “Observaron con mucha puntualidad cómo la luz podía transformar, segundo a segundo, el mismo paisaje”, y resaltó que el poder de su obra radica en que ofrecen una mirada que nos vincula a un origen esencial, “como una invitación a una suerte de paisaje interior”.

Recordó que el inició de estos artistas fue humilde: “Tuvieron que exhibir, en el año de 1874, su propuesta estética en un estudio alquilado perteneciente al fotógrafo Felix Tournachon Nadar, en el ahora famoso Boulevard de las Capuchinas.

“En el ámbito de la alteridad, lo diferente y contestatario, convocaron a un público que buscaba un camino distinto para la historia del arte, aunque despreciados por sus contemporáneos, como Pablo Picasso, quien expresó que ellos fueron solamente retina y nada de cerebro”, comentó al respecto el historiador de arte.

Detalló que el momento de los impresionistas, la Belle Èpoque también fue tiempo de la modernidad porfiriana, en la que se construyó el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas, hoy Munal, así como el Palacio Postal o el Palacio de Bellas Artes.

“Uno de los grandes valores de la exposición que presenta el Munal es la creación de ese pie de igualdad” entre el impresionismo francés y el mexicano. “El portento de Clausell, Mateo Herrera, Armando García Núñez y de todos mexicanos que están en la muestra, verdaderamente encuentran un espejo, de piel a piel, con los grandes maestros del impresionismo europeo.

“Un océano los separó, pero las sensibilidades fueron las mismas, los influjos y las coordenadas históricas fueron las mismas. De un lado y del otro viaja, con un carácter expedito, esa manera de registrar al mundo”, a través de las series, como las bailarinas de Edgar Degas, los Nenúfares, de Monet; o las nubes de José María Velasco y las fuentes brotantes de Clausell.

La exposición ofrece un espacio íntimo, donde se “pondera cada una de las 12 piezas y se ofrece una armonía en el que se van uniendo a través de una pincelada, un color, un guiño o una representación de paisaje”.

La muestra Monet. Luces del impresionismo se puede visitar de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas en el Munal, Tacuba 8, Centro Histórico. El Programa Académico se puede consultar en “Dossier de la Muestra”: https://www.munal.mx/en/exposicion/monet

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