Estados Unidos, Corea del Sur y Japón llevaron a cabo quizás los mayores ejercicios navales combinados de su historia en una demostración de fuerza contra Corea del Norte, que cuenta con armas nucleares, dijo el miércoles el ejército de Corea del Sur. Los diplomáticos de alto rango de los tres aliados se reunirían en Seúl para discutir el empeoramiento del enfrentamiento con Pyongyang.
El entrenamiento en aguas frente a la isla de Jeju, en Corea del Sur, en el que participó un portaaviones estadounidense, tenía como objetivo agudizar las capacidades combinadas de disuasión y respuesta de los países contra las amenazas nucleares, de misiles y submarinas de Corea del Norte, y también entrenamiento para prevenir el transporte marítimo ilícito de armas de destrucción masiva, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur. No especificó si el entrenamiento reflejaba preocupaciones sobre las supuestas transferencias de armas de Corea del Norte a Rusia para ayudar en la guerra de ese país en Ucrania.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha estado realizando una provocativa serie de pruebas de armas y amenazas que elevaron las tensiones regionales a su punto más alto en años.
El lunes, en el parlamento de Pyongyang, Kim declaró que Corea del Norte abandonaría su compromiso de larga data de una unificación pacífica con Corea del Sur y ordenó reescribir la constitución del Norte para eliminar la idea de un Estado compartido entre los países divididos por la guerra. Dijo que los surcoreanos eran “títeres de primera clase” de Estados Unidos que estaban obsesionados con la confrontación, y repitió la amenaza de que el Norte aniquilaría al Sur con sus armas nucleares si era provocado.
El discurso de Kim se produjo un día después de que Corea del Norte realizara su primera prueba balística de 2024, que los medios estatales describieron como un nuevo misil de combustible sólido y alcance intermedio con una ojiva hipersónica en la punta, lo que refleja su impulso para avanzar en su línea de armas dirigidas a bases militares estadounidenses. en Guam y Japón.
En respuesta a la intensa actividad de pruebas del Norte, Estados Unidos y sus aliados asiáticos han estado ampliando sus ejercicios militares combinados. Kim condena las manifestaciones como ensayos de invasión, y en los ejercicios participan cada vez más importantes activos militares estadounidenses, incluidos portaaviones, bombarderos de largo alcance y submarinos con capacidad nuclear.
Kim también ha estado fortaleciendo su posición regional al aumentar la visibilidad de sus vínculos con Rusia y China (dos vecinos que también están enfrascados en enfrentamientos con Estados Unidos) mientras intenta salir del aislamiento y unirse a un frente unido contra Washington.
La ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, viajó a Moscú, donde se reunió el martes con el presidente ruso Vladimir Putin para conversar sobre la mejora de las relaciones bilaterales en medio de la creciente preocupación internacional sobre la supuesta cooperación armamentista entre los países.
La Agencia Central de Noticias oficial de Corea del Norte dijo que Choe, en una reunión separada con el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, tuvo discusiones no especificadas sobre la intensificación de la «acción conjunta de sus países sobre cuestiones regionales e internacionales, incluida la situación en la Península de Corea».
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que en los ejercicios navales trilaterales, un programa de tres días que concluyó el miércoles, participaron nueve buques de guerra, incluido el portaaviones estadounidense Carl Vinson y los destructores Aegis de Corea del Sur y Japón. Los simulacros suelen involucrar a unos cinco buques. El ejército de Corea del Sur no confirmó de inmediato las evaluaciones de los medios de que el ejercicio era el ejercicio naval trilateral más grande del país.
En Seúl, el enviado nuclear de Corea del Sur, Kim Gunn, se reunió el miércoles con su homólogo japonés, Hiroyuki Namazu, antes de una reunión trilateral prevista para el jueves con el representante especial adjunto del presidente estadounidense Joe Biden para Corea del Norte, Jung Pak, para coordinar su respuesta al Norte. Kim y Namazu discutieron los últimos comentarios del líder norcoreano hacia el Sur y las recientes acciones militares del Norte, incluida la prueba de misiles del domingo y sus recientes disparos de artillería cerca de una frontera marítima en disputa con el Sur, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl.
«Las dos partes lamentaron la retórica agresiva de Corea del Norte que tergiversa la causa de las crecientes tensiones regionales y amenaza con la guerra, y acordaron que tales acciones sólo fortalecerán la cooperación trilateral en materia de seguridad» con Washington, dijo el ministerio surcoreano en un comunicado.
Los enviados también discutieron la visita de Choe a Rusia y prometieron coordinar una respuesta internacional “severa y unificada” a cualquier cooperación militar ilícita entre Moscú y Pyongyang, dijo el ministerio, incluidas las supuestas transferencias de misiles norcoreanos a Rusia.
Los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur han afirmado que Corea del Norte ha estado proporcionando a Rusia suministros de armas, incluyendo artillería y misiles, para ayudar a prolongar su invasión de Ucrania. Tanto Moscú como Pyongyang han negado la acusación.
