El público regiomontano escuchó por primera vez en vivo en la Ciudad la “Petite Messe Solennelle”, del compositor italiano Gioachino Rossini, una de las figuras homenajeadas en la segunda edición del Festival Internacional de Música Sacra en Monterrey.
La Basílica de Nuestra Señora del Roble, ubicada en el centro de Monterrey, fue el escenario perfecto para el concierto.
Previo a la interpretación de la misa compuesta por Rossini, el Maestro Ricardo Marcos, Secretario Técnico de CONARTE, ofreció a los asistentes una introducción.
“Sin lugar a duda, tenemos una obra con título irónico: pequeña misa, pero solemne. Pequeña por los requerimientos instrumentales, solemne por la concepción. Compuesta para la consagración de la capilla privada del Conde Pillet Will, el estreno un 14 de marzo de 1864, hace 160 años fue un gran acontecimiento artístico”, destacó Ricardo Marcos.
“Elegancia, refinamiento; contrapunto magistral; algunos guiños a capella hacia Palestrina, Christe eleison, las dobles fugas de Cum Sancto Spiritu, en el Gloria y el final del Credo, el elemento belcantista, casi operístico de algunos de los solos de los cantantes, el preludio religioso para solo de piano, la maravillosa aria para soprano O salutaris hostia, el sublime Agnus Dei para mezzo y coro. Se trata de una obra maestra dentro del gran legado rossiniano”, finalizó.
El concierto estuvo a cargo de la Soprano Yvonne Garza, la Mezzosoprano Rocío Tamez, el Tenor Manuel Ríos, el Bajo-Barítono José Manuel Alfaro, el Coro del Instituto Superior de Música Esperanza Azteca, conformado por 20 cantantes. Los pianistas Elsa Nelly Treviño, Rodrigo Ilizaliturri y Alan Martínez; todos bajo la dirección de Alejandro Miyaki.
Al término del concierto los asistentes ovacionaron de pie la interpretación de la misa de Rosssini, a la espera de la tercera edición del Festival Internacional de Música Sacra en Monterrey.
