Japón ha puesto en marcha una campaña de vacunación contra el COVID-19 actualizada y dirigida específicamente a la subvariante Omicron XBB.1.5. Esta medida se produce en anticipación a un posible aumento de las infecciones durante las próximas vacaciones de fin de año.
La nueva campaña de vacunación, que ofrece inoculaciones gratuitas para cualquier persona de seis meses o más, se extenderá hasta finales de marzo del próximo año. Se espera que los grupos de alto riesgo, como las personas mayores, reciban un fuerte impulso para obtener protección adicional.
La subvariante Omicron XBB.1.5 se ha destacado por sus mutaciones, algunas de las cuales parecen ayudarla a evadir las defensas inmunológicas del cuerpo y a mejorar su capacidad para infectar las células. La vacuna actualizada se cree que es eficaz contra esta subvariante y también contra Omicron EG.5.1, que ha estado circulando en Japón.
Aquellos que buscan recibir una dosis de refuerzo, en su mayoría fabricada por las empresas estadounidenses Pfizer y Moderna, deben haber pasado al menos tres meses desde su última vacuna contra el COVID-19. Además, tienen la opción de recibir la vacuna contra la gripe al mismo tiempo si lo desean.
Es importante mencionar que el inicio de las inoculaciones podría experimentar retrasos en algunas áreas debido a la disponibilidad de la vacuna.
Esta campaña de vacunación en otoño podría representar la última oportunidad para que los ciudadanos japoneses obtengan la vacunación contra el coronavirus de forma gratuita, ya que el gobierno tiene previsto finalizar sus medidas especiales en marzo del próximo año. En mayo, el gobierno reclassificó el COVID-19 como una enfermedad infecciosa común, al igual que la gripe estacional.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar está considerando la posibilidad de establecer un programa regular de vacunación contra el COVID-19, ofreciendo inmunizaciones a personas de 65 años o más y otros grupos de alto riesgo durante el otoño e invierno.
La vacunación gratuita contra el coronavirus ha estado disponible en Japón desde febrero de 2021, inicialmente dirigida a profesionales de la salud antes de abrirse al público en general. Esta medida ha sido fundamental en los esfuerzos del país para combatir la propagación del virus y proteger a su población.
