Japón dijo a sus ciudadanos que viven en China que mantuvieran un perfil bajo el viernes, incluyendo hablar en voz baja en público, después de que Beijing criticara a Tokio por liberar agua radiactiva tratada de una planta de energía nuclear destrozada en el Océano Pacífico.
En mensajes amplificados por una gran cantidad de cobertura de los medios estatales, Beijing ha calificado durante meses la decisión de Japón de liberar el agua como egoísta y dañina para el medio ambiente y la salud humana, a pesar de que el organismo de control nuclear de la ONU la ha considerado segura.
Después de que comenzara la liberación el jueves, China anunció una prohibición general de todas las importaciones de productos del mar procedentes de Japón, lo que complicó aún más las relaciones entre los vecinos, deterioradas por una serie de tensiones comerciales, geopolíticas e históricas.
«Al salir, trate de ser cauteloso, como no hablar japonés en voz alta innecesariamente», dijo la embajada en una alerta publicada en su sitio web el viernes.
El aviso también aconseja a los ciudadanos que «presten mucha atención a los alrededores de la embajada» si planean visitarla.
El consulado de Japón en Hong Kong, gobernado por China, emitió un aviso advirtiendo sobre protestas allí relacionadas con la liberación de agua, después de que 100 manifestantes salieran a las calles el jueves objetando la descarga.
Pero las largas colas en los restaurantes de sushi de Hong Kong respaldaron las declaraciones de muchos que dijeron que no estaban preocupados por el tema y que seguirían visitando restaurantes japoneses.
En Corea del Sur, la embajada de Japón emitió un aviso advirtiendo a sus ciudadanos que «se comporten con cautela» y eviten «problemas innecesarios» debido a una manifestación planeada alrededor de la embajada.
La policía surcoreana arrestó el jueves a 16 manifestantes que ingresaron a la embajada japonesa en Seúl.
