El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se enfrenta a una situación financiera delicada al dejar un déficit de 308 mil millones de pesos (mdp) para los fondos de Estabilización.
A solo cinco meses de que concluya su sexenio, la reposición total de los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) y del Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) parece una meta inalcanzable.
A pesar de los intentos del gobierno por inyectar dinero a estos fondos desde 2022, se prevé que a diciembre de 2024 no se haya repuesto ni la mitad del dinero que existía al inicio de la administración. Una reciente reforma busca incrementar las fuentes de financiamiento de los fondos, pero los expertos dudan de su efectividad, ya que se necesitarían más de 308 mil millones de pesos para alcanzar los niveles de 2018.
En 2019, los recursos del FEIP se redujeron en un 45.3%, y aunque el gobierno argumenta que fueron utilizados para enfrentar la crisis pandémica, los críticos cuestionan la gestión de estos fondos. La situación del FEIEF es igualmente preocupante, con un descenso constante de sus recursos desde 2018.
La reforma aprobada en marzo busca fortalecer el FEIP, pero los expertos consideran que llega tarde y no será suficiente para cerrar la brecha. En medio de estas preocupaciones, se plantea un escenario en el que estos fondos no podrían cumplir su propósito en caso de una nueva crisis.
La «Cuarta Transformación» enfrenta así uno de sus mayores desafíos financieros, dejando al próximo gobierno con un complicado panorama económico por resolver.
