La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), presentan: Expediente Brahms: Tercera sinfonía, como parte de su primera temporada de conciertos 2024, el viernes 12 y domingo 14 de abril a las 20:00 y 12:15 h, respectivamente, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Bajo la dirección de su titular, Ludwig Carrasco, el programa constará de dos obras. La primera: Sinfonía concertante para violonchelo y orquesta en Mi menor, Op. 125, de Serguéi Prokófiev; la cual será interpretada por el violonchelista Rolando Fernández, quien hizo su debut como solista con la Orquesta Filarmónica de Querétaro a la edad de 10 años.
Fernández ha recibido premios en concursos internacionales, como la mención honorífica del Concurso Internacional de Violoncello Leoš Janáček en Brno, República Checa y el concurso Amsterdam cello Biennale en los Países Bajos.
La Sinfonía concertante para violonchelo fue realizada por el autor después de haber residido en París por una década, cuando decide regresar a la Unión Soviética tras este periodo complejo de transición.
Este concierto corrió con poca suerte, ya que su estreno en la Unión Soviética, realizado en 1938, resultó un fracaso, debido en buena medida a la pobre interpretación del solista, Lev Berezovsky. Una década más tarde, Prokófiev tuvo la oportunidad de escuchar una interpretación de esta obra (a cuya partitura había hecho algunos cambios menores) en versión para violonchelo y piano a cargo de un joven y prometedor violonchelista ruso, Mstislav Rostropovich. El evidente interés de Rostropovich en la pieza motivó a Prokófiev a volver a la partitura de esta malograda obra y realizó una revisión radical y completa (con la colaboración del violonchelista) para convertirla en un Segundo concierto para violonchelo y orquesta.
Como segunda obra, la principal agrupación del Inbal continuará con la Sinfonía núm. 3 en Fa mayor, Op. 90, de Johannes Brahms.
El compositor argentino, Alberto Ginastera, escribió sobre esta obra: “El Opus 90 que sale de su pluma en el verano de 1883 es otra obra maestra, una de las más hermosas composiciones que ha escrito Brahms, y tal vez la que revela de una manera más completa su profundo sentido poético y su titánico espíritu épico”.
La Tercera sinfonía fue escrita por Brahms en Wiesbaden en 1883. Como tantas partituras famosas en la historia de la música, ésta lleva una dedicatoria. Lo curioso es que está dirigida al pianista y director de orquesta Hans von Bülow, está fechada en 1890, siete años después del estreno de la obra.
La pieza fue estrenada en Viena el 2 de diciembre de 1883 bajo la batuta de Hans Richter. Cinco semanas después se estrenó en Berlín bajo la dirección de Joseph Joachim, y en enero de 1884 fue tocada por primera vez por la Filarmónica de Berlín, bajo la dirección de Franz Wüllner.
