Lo del agua… al agua: AMLO vende avión presidencial a Tadyikistán

Tiene una economía de transición que depende fundamentalmente de las remesas, el aluminio y la producción de algodón. Cerca del 20% de la población de Tadyikistán vive con menos de 1.25 dólares americanos al día.

Redacción MX Político.- Como reza el viejo aforismo mexicano… “Lo del agua… al agua”.

Ayer se difundió la “feliz noticia” de que por fin el avión presidencial TP-01, en enta, en renta, en rifa … y últimamente en reserva, por no saber el Gobierno Federal qué hacer con este, fue comprometido en compra-venta con el Gobierno de un país de la zona del indostán, al suroeste de la Federación Rusa, que fue parte de la franja soviética durante décadas y que no pudo, por obvias razones, sustraerse a la influencia de la ex URSS: Tadyikistán.

Tadyikistán es una república ‘presidencialista’, compuesta de cuatro provincias y con 8 millones de habitantes. En su abrumadora mayoría pertenecen a la etnia ‘tayika’, por lo que hablan el ‘tayico’ que es un dialecto de la lengua persa.

La segunda lengua es el ruso, dada la enorme influencia soviética, de más de sesenta años.

Tiene una economía de transición que depende fundamentalmente de las remesas, el aluminio y la producción de algodón.

Con una orografía anegada, pues más del 90% del territorio está compuesto de sistemas montañosos.

Cerca del 20% de la población de Tadyikistán vive con menos de 1.25 dólares americanos al día, por lo que puede apreciarse un nivel abrumadoramente alto de pobreza.

El país ha encontrado cierta etapa de armonía política y económica, a partir de 1997, en que terminó la guerra civil desatada desde 1991 en que se independizó de la Unión Soviética.

Así entonces, México le vende el avión con “pérdidas”, pues lo hace a un precio muy por debajo de su precio actualizado: 1’650 millones, 684 mil 400 pesos.

Informó el Gobierno mexicano que ese dinero será invertido en dos hospitales en Tlapa, Guerrero y en Tuxtepec, Oaxaca; y serán construidos por ingenieros militares, antes de que concluya la actual administración.

Una decisión muy arrojada de parte del Gobierno de la pequeña república emergente… una decisión magnánima, napoleónica, de parte de su presidente… al final, una república ‘presidencialista’, donde hay cierta armonía, una incipiente bonanza… un país al final, conducido por un solo hombre…

Ni duda cabe… “Lo del agua… al agua”.

hch

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