Lo que queda de nosotros, puesta en escena que aborda una historia entrañable sobre la amistad

La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, Los Guggenheim y Los tristes tigres, presentan Lo que queda de nosotros, de Sara Pinet y Alejandro Ricaño, bajo la dirección del mismo Ricaño, con las actuaciones de Sara Pinet y Raúl Villegas, con música en vivo interpretada por David Ortiz y Ricardo Estrada.

Lo que queda de nosotros, de Sara Pinet y Alejandro Ricaño, cuenta la historia de Toto, un perro con tres patas, y Nata, una adolescente que perdió a sus padres, la cual tendrá temporada del 9 de mayo al 20 de junio, lunes y martes a las 20:00 horas, en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández.

Cuando muere el padre de Nata, ella abandona a Toto en un parque porque no quiere volver a establecer vínculos afectivos con alguien. Esa noche atropellan a Toto y pierde una pata, sin embargo, emprende una travesía de regreso a casa durante varios días, mientras Nata trata de sobrellevar el dolor que le ha provocado la muerte de su padre.

Alejandro Ricaño y Sara Pinet alinearon todo lo necesario para que en voz de la historia de Toto un perro y algunos humanos, sea un ejemplo del suceso, pues esta obra logra colocar lo profundo al alcance de una sola frase “Lo que queda de nosotros”, hablando de la precariedad de la vida y su urgencia por aprovecharla, mientras transita por la encantadora cotidianidad.

Premio Bellas Artes de Obra de Teatro para niñas y niños

Esta obra fue ganadora del Premio Bellas Artes de Obra de Teatro para niñas y niños en 2014, mientras que la crítica especializada la recibió como una puesta estremecedora, esperanzadora, íntima y reflexiva.

En palabras de su autor y director, Alejandro Ricaño comentó: “Esta obra con trama melancólica hace una invitación a la reflexión sobre la pérdida de un ser amado y las consecuencias de abandonar a un animal en la calle. Son dos temas –agregó- que me parecen pertinentes para públicos jóvenes que se encuentran en el proceso de formación de su carácter y de sus decisiones: la pérdida de los padres, que para un adolescente es muy fuerte, y el cuidado de los animales, pues es justo entre los 10 y 20 años cuando se desea tener una mascota y, sin embargo, también es la época en la que se les abandona con facilidad”

Además, esta obra es producto de una estrecha colaboración con la actriz Sara Pinet y de la simpatía que comparten hacia los perros. Para Ricaño, la escritura de teatro para niños es más difícil, porque “no debemos subestimar al público joven, pues es perspicaz y despierto, mas no hay que enredar la obra al punto de volverla aburrida. El premio obtenido en 2014 certifica de alguna forma que logramos contar una historia atractiva y compleja”

El diseño de escenografía es de Ricardo Riaño, la iluminación de Matías Gorlero, el diseño de vestuario a cargo de Fernanda García y la producción ejecutiva de Raúl Morquecho.

Botón volver arriba