Redacción Oaxaca Político / NVI Noticias.- Caminar en la vía pública no tendría que ser una actividad de alto riesgo para las mujeres, sin embargo, la falta de seguridad las mantiene como sus principales víctimas.
Un asalto y un intento de violación cometidos contra dos mujeres el fin de semana pasado, muestra de la urgencia de establecer medidas efectivas que garanticen el derecho a una vida libre de violencia en todos los espacios.
El sábado por la noche, una mujer fue víctima de un asalto perpetrado por dos individuos a bordo de una motocicleta en la colonia Jacarandas de esta capital.
Los delincuentes arrebataron sus pertenencias, incluido su teléfono celular y mochila. Las cámaras de videovigilancia captaron el acto de agresión.
Al día siguiente, el domingo, otra mujer enfrentó una situación de riesgo.
La joven caminaba en calles del Centro Histórico cuando un individuo la abordó por la espalda y la amenazó con una botella rota.
El delincuente le pidió sus objetos de valor y posteriormente intentó violentarla sexualmente.
La víctima logró pedir auxilio y gracias a la intervención de un taxista y dos peatones, el agresor fue detenido antes de que pudiera escapar.
Un informe de ONU Mujeres explica que las mujeres y las niñas son y temen ser objeto de distintas formas de violencia sexual en el espacio público, desde comentarios sexuales no deseados y manoseos, hasta violaciones y feminicidios.
Este es un problema universal. Ocurre en la calle, en el transporte público, en la escuela y el lugar de trabajo, en los puntos de distribución de agua, en los aseos públicos, en los parques urbanos, así como en zonas rurales y en zonas de conflicto y en procesos de pacificación.
El impacto de lo anterior es que reduce la libertad de movimiento de las mujeres y las niñas, así como su capacidad para estudiar y trabajar, acceder a los servicios esenciales, participar en la vida pública y disfrutar de las oportunidades de recreación.
Esto tiene efectos adversos en su salud y bienestar.
GPP
