El gobierno holandés reveló el jueves un plan valorado en 2.500 millones de euros para retener a empresas globales como el gigante de chips ASML, en medio de temores de una represión de la inmigración por parte de la extrema derecha.
El plan, denominado «Operación Beethoven», tiene como objetivo principal impedir que ASML, que construye máquinas para fabricar chips semiconductores, se traslade al extranjero para atraer trabajadores con talento.
La financiación, equivalente a 2.700 millones de dólares, provendrá del gobierno pero también de la región alrededor de Eindhoven, en el este de los Países Bajos, donde tiene su sede ASML.
«Se trata de una de las empresas más importantes de los Países Bajos, un actor global», afirmó el ministro de Economía, Micky Adriaansens, según la agencia de noticias local ANP.
«ASML es nuestro Messi y un jugador tan estrella trae consigo a todo un equipo», añadió.
ASML ha expresado su preocupación de que reducir la inmigración, incluidos los trabajadores calificados a los Países Bajos, como prometió el líder de extrema derecha Geert Wilders, quien ganó las elecciones de noviembre, lo obligaría a buscar en otra parte.
«Si no podemos traer a la gente aquí, la llevaremos a otra parte. Es muy simple», dijo el director ejecutivo Peter Wennink en enero cuando ASML publicó su informe anual.
«Somos una empresa, somos una empresa global. Iremos a donde necesitemos ir para asegurarnos de que la empresa pueda crecer y atender a nuestros clientes», añadió.
«Si Holanda cierra porque no podemos recibir inmigrantes o estudiantes extranjeros, está bien. Hay que aceptar las consecuencias».
El dinero anunciado el jueves se destinará a inversiones en el desarrollo de talentos, lo que hará más atractivo vivir y trabajar en la zona, pero también abordará las preocupaciones sobre la escasez de la red eléctrica.
«Con estas medidas, el gobierno asume que ASML realizará más inversiones en los Países Bajos y mantendrá su sede legal, fiscal y real en los Países Bajos», afirmó el gobierno.
«Si los planes de inversión cambian, estas previsiones y el compromiso requerido se ajustarán», advirtió el Gobierno holandés.
