Un panel del gobierno japonés planea proponer eliminar el controvertido programa de aprendices para extranjeros del país y crear un nuevo sistema para abordar los problemas relacionados con las violaciones de los derechos humanos, mostró el lunes un borrador de informe provisional.
El nuevo sistema, según el borrador, debe establecer claramente que su objetivo es «asegurar» y «desarrollar» los recursos humanos, a diferencia del programa existente, que solo menciona estos últimos a pesar de que, en la práctica, a menudo se utiliza como un medio para obtener trabajadores ante el envejecimiento de la población del país y la grave escasez de mano de obra.
A fines de 2022, alrededor de 325 000 aprendices técnicos extranjeros se inscribieron en el programa para transferir conocimientos y habilidades a los países en desarrollo desde Japón.
Establecido hace 30 años, ha sido criticado por simplemente permitir que las empresas importen mano de obra barata y ha recibido múltiples denuncias de abuso de aprendices.
Dado que el gobierno planea basar el nuevo sistema en las conclusiones del panel de expertos de 15 académicos y jefes de gobiernos locales, su lanzamiento podría marcar un nuevo punto de inflexión para aceptar trabajadores extranjeros. El panel tiene como objetivo compilar un informe provisional tan pronto como a fines de abril y finalizarlo para el otoño de 2023.
Al pedir que se elimine el programa actual, el borrador del panel dijo que es «indeseable continuar aceptando (aprendices) como trabajadores mientras se dice que el único objetivo del programa es el desarrollo de recursos humanos».
En declaraciones a los periodistas, el presidente de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, Akihiko Tanaka, quien encabeza el panel, dijo que muchas empresas «no tienen otra opción que depender en gran medida del trabajo de los aprendices extranjeros», que es importante «crear un nuevo sistema que tome las buenas partes del programa, en lugar de desechar todo».
El borrador también pide que se permita a los trabajadores cambiar de trabajo dentro de las mismas categorías comerciales. Técnicamente, aquellos en el programa de aprendices extranjeros no pueden transferirse a diferentes lugares de trabajo.
Tran Duc Huy, un ex aprendiz vietnamita que dejó Japón después de huir de un empleador abusivo al que lo encerró el programa, elogió las propuestas para suavizar las reglas sobre el cambio de trabajo. Ahora que contempla el regreso a Japón, pidió apoyo total y dijo que sería «tranquilizador» si el nuevo sistema brindara «servicios de consulta confiables».
El panel también tiene como objetivo garantizar que los aprendices puedan hacer una transición sin problemas al programa separado de «trabajador calificado especificado» introducido en 2019 al alinear las categorías de trabajo y permitirles dar forma a carreras a largo plazo en Japón.
Los informes de aprendices embarazadas que se ven obligadas a dejar sus trabajos también han aumentado la conciencia pública sobre los problemas del programa.
A pesar de los cambios planificados, a los partidarios de los pasantes les preocupa que el antiguo programa de pasantías técnicas continúe en la práctica porque el nuevo sistema propuesto mantiene las organizaciones de supervisión que actualmente supervisan la introducción de pasantes técnicos y brindan asistencia a ellos y a sus empleadores.
Sin embargo, el borrador reconoce que muchas organizaciones no han evitado los abusos contra los aprendices y subraya la necesidad de corregir o eliminar dichas organizaciones.
Japón introdujo el programa de pasantías en 1993, principalmente para los sectores agrícola y manufacturero, con aprendices autorizados a trabajar hasta cinco años, pero ha recibido críticas nacionales e internacionales por violaciones de derechos humanos como abuso físico y retención de salarios.
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