Después de un periodo de retiro de la política nacional, Ricardo Anaya, excandidato presidencial, está listo para su retorno con la mira puesta en redirigir el rumbo del Partido Acción Nacional (PAN). Su objetivo: desligarse formalmente del PRI y reforzar un discurso de mano dura frente a Morena en las próximas elecciones.
Anaya ha estado activo en los últimos días, dialogando con diversos actores políticos y sociales para compartir su visión sobre el panorama político actual. Su intención es clara: desvincular al PAN del PRI, al que considera un lastre, especialmente después de haber sido perseguido durante el sexenio anterior por expedientes impulsados desde el gobierno de Enrique Peña Nieto.
En un giro sorprendente, Anaya cuestiona la conveniencia de mantener la alianza con el PRI, reflejando las dudas de algunos líderes del tricolor respecto a la fusión con el PAN. Aunque reconoce la importancia de una alianza para enfrentar a Morena, insiste en que esta amistad política debe terminar en las urnas, donde ambos partidos deben volver a ser rivales.
El proyecto de Anaya para el PAN es claro: una vuelta a las bases con un enfoque conservador en lo político, liberal en lo económico (priorizando una menor presión fiscal) y, sobre todo, un discurso firme en materia de seguridad y mano dura contra la criminalidad. Según él, esta es la única manera de competir con los apoyos sociales de Morena.
Sin embargo, su intento por recuperar el protagonismo en el albiazul no está exento de desafíos. Anaya tuvo un papel secundario en las elecciones presidenciales de 2018 y actualmente enfrenta críticas dentro del PAN por haber obtenido una senaduría plurinominal, siendo su participación política limitada en los últimos años.
A pesar de los obstáculos, Anaya se muestra decidido a reformar al PAN y a retomar un papel central en la política nacional.
Con información de LPO
