‘Zape’ de Cuauhtémoc a AMLO y “corcholatas”: Nadie con el tamaño de Lázaro Cárdenas

En un par de opiniones publicadas (entrevista y columna), el polémico excandidato presidencial, le corrige la plana al Presidente de México, al acotar la crónica de la sucesión del General Lázaro Cárdenas, a partir de 1939, aludida precisamente el 18 de marzo, desde el balcón de Palacio Nacional, en la arenga presidencial dirigida con motivo de la fecha de la expropiación petrolera.

Redacción MX Político.- El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, supo encarar dos recientes compromisos que tuvo con la opinión pública mexicana y, como siempre, lúcido, el hombre que está a punto de cumplir los 90 años de existencia, no pierde su integridad de frente al enorme reto de ser fiel a la palabra propia.

Aunque solamente en uno de estos compromisos Cárdenas Solórzano fue interrogado por un interlocutor, pues el otro compromiso referido fue una columna de opinión escrita por él mismo en La Jornada, en ambos casos todo político que se diga fiel a la verdad no deja de comprometerse ante un público al exhibir a la propia conciencia… y es que la conciencia del hombre así como sus propios juicios, no siempre tienen una valoración moral; suelen ser crudos, sin grises… sin tamices.

Sobre todo la de un hombre público, con tanta historia… con tantas historias “a cuestas”.

Y salió a la luz pública el polémico excandidato presidencial, muy probablemente motivado por el cúmulo de alusiones que ha hecho de su padre, el expresidente revolucionario General Lázaro Cárdenas del Río, el propio mandatario mexicano actual.

El exgobernador michoacano y por muchos años considerado el impulsor de la apertura democrática moderna, le “corrigió la plana al presidente AMLO” en esas dos incursiones a la prensa reciente.

El también exjefe de Gobierno del Distrito Federal, escribió tajante: “Lázaro Cárdenas no entregó el gobierno a un contrario al proyecto político que impulsó como Presidente de la República”, como lo ha querido dar a entender el Jefe del Ejecutivo mexicano actual, al invocar el pasaje de la sucesión cardenista en varias conferencias “mañaneras”, concedidas desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.

Cárdenas Solórzano sostuvo en su texto, que “en semanas recientes, el tema de la sucesión de Lázaro Cárdenas ha estado presente en los medios de información. Pocos han hecho un análisis objetivo de cómo y por qué se dieron las cosas como entonces se dieron. Otros, la mayoría, no han tomado en cuenta el contexto político de la época, las trayectorias e interrelaciones de personajes involucrados de diferentes maneras en aquella sucesión” (…) En la década que va de 1930 a 1940 las decisiones relacionadas con las sucesiones presidenciales no se tomaban en el partido político dominante como en los 30 años de tapados (1958-1988), ni en contextos como los que ahora se viven o mediante mecanismos de decisión públicamente adoptados (encuestas, tómbolas) en el partido oficial, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). En primer lugar, debe decirse que en los tiempos de la sucesión de 1940 se jugaba con cartas abiertas, a la vista del país, de la gente. En aquellos años, por cierto, ciudadanos con altos cargos en el gobierno, debían dejar esas encomiendas con un año de anticipación a la fecha de la elección y no seis meses antes como hoy establece la ley… ”.

CCS recuerda que en los albores de 1939, salieron del gabinete presidencial los secretarios de Defensa Nacional y Comunicaciones y Obras Públicas, respectivamente los generales Manuel Ávila Camacho y Francisco J. Múgica, para anunciar públicamente su intención de participar en el proceso interno del Partido de la Revolución Mexicana (que substituyó al PNR como partido del Estado) para elegir su candidato a presidente.

Un factor con peso en las decisiones políticas de todos los tiempos -y así era en los años treienta y cuarenta- han sido y son los jefes militares, sobre todo aquellos con mando.

“El general Múgica gozaba del respeto de ese grupo, aunque escaso había sido su trato cotidiano con él, pues desde que formó parte del Constituyente de Querétaro en 1917, no volvió a tener vida militar; por su parte, el general Ávila Camacho había mantenido trato regular con mandos altos y medios del Ejército, desde que se incorporó a la Revolución y a la vida militar en 1914, y con mayor amplitud al desempeñarse como oficial mayor y subsecretario de Guerra y Marina, y como secretario de la Defensa Nacional, desde 1932 hasta el inicio de 1939. En esos años, además de cumplir con sus encomiendas oficiales, amplió y fortaleció amistades y relaciones en el medio militar”, aclaró enfático el ingeniero Cárdenas.

“Lo que haya sucedido del primero de diciembre de 1940 en adelante, ya no estuvo dentro de sus responsabilidades políticas. Lázaro Cárdenas no jugó al tapadismo ni fue él quien designó a quienes podían o debían aspirar dentro del partido oficial a sucederlo en la presidencia”, resumió el michoacano de forma lapidaria.

Y después, en una entrevista concedida a Fernando Del Collado de Grupo Latinus, el también fundador y exdirigente del PRD, refrendó sus dichos donde deliberadamente corrige al mandatario mexicano:

En un derroche de habilidad para esquivar con elegancia las preguntas incómodas o comprometedoras, Cuauhtémoc Cárdenas contesta lo que quiere y como quiere, de las preguntas lacónicas, sorpresivas pero puntillosas, que forman parte del cuestionario de Del Collado:

Reconoce ser “amigo” del presidente en turno, más no un seguidor o ‘incondicional’acompañante’; sin embargo accede cuando el entrevistador habla de rezago económico en el país; cuando le pregunta por la ausencia de transparencia, Cárdenas dice que no es un atributo de los demócratas; cuando se le cuestiona sobre el fracaso de la ‘Cuarta Transformación’, responde “no saber qué es la ‘Cuarta Transformación’, no saber cuáles son sus principios, no saber cómo está estructurada, pues ni se vé por ningún lado”; se le interroga por la ‘polarización’, responde que es algo muy grave eso; cuando se le requiere una respuesta sobre el nivel de inseguridad pública y la violencia el entrevistado trata de endilgar responsabilidad a los “gobiernos de antaño”: sobre el promedio de homicidios y feminicidios diarios, respondió que es lo que se ha venido presentando desde hace varios años; atajó, sin embargo, en otro momento de la entrevista que a pesar de que el presidente le llamó “conservador” en algún momento desde la conferencia “mañanera”, que no entendió ese comentario; que habría qué preguntarle qué le quiso decir; y negó ver un “distanciamiento” entre su hijo Lázaro Cárdenas Batel y el presidente López Obrador, dado que su renuncia al gabinete de López Obrador, simplemente que su hijo atendió a una oportunidad en un organismo multinacional latinoamericano; señaló también que “no ve propuesta en la actual oposición, pero que sí hay tiempo aun de integrar una buena propuesta, pues esa puede surgir de un momento a otro”.

Y culmina con una sentencia muy directa el hijo del General Cárdenas: “Entre quienes hoy participan en el proceso de renovación del partido del gobierno, activa o pasivamente, no encuentro a nadie que pueda identificar con, o que pudiera representar en las circunstancias de hoy, al General Francisco J. Múgica, o en su caso al General Manuel Ávila Camacho, ni menos a quien pueda acercarse (a los niveles de) en identidad o (de representatividad) representación a Lázaro Cárdenas”… dijo confiado el ingeniero Cárdenas, en clara referencia a las “corcholatas” del gabinete y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a menudo se siente émulo de Don Lázaro, pero que en realidad, gusta mucho del modelo de ‘Jefe Máximo’ del General Plutarco Elías Calles.

hch

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