En una mañana histórica para la política mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) emitió su último voto como presidente de la República Mexicana.
Acompañado de su esposa, la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, AMLO acudió a la casilla ubicada en el Antiguo Palacio del Arzobispado, junto a Palacio Nacional, para ejercer su derecho al voto en las elecciones de este domingo 2 de junio.
El mandatario y su esposa salieron de Palacio Nacional a las 8:21 de la mañana, bajo un estricto dispositivo de seguridad que incluyó el cierre de la calle Moneda. La llegada del presidente a la casilla 4718 fue un evento seguido de cerca por medios de comunicación y ciudadanos.
Entre los asistentes se encontraba un niño que, acompañado de su madre, pidió al mandatario una firma en un muñeco conocido como «AMLITO». AMLO accedió a la solicitud del infante, generando un momento de cercanía con sus seguidores.
A pesar de la insistencia de los reporteros y camarógrafos para que posara con el «AMLITO» firmado, AMLO respondió en tono de broma: «lo que diga mi dedito», haciendo referencia a una de sus frases célebres. Este gesto, aunque breve, mostró la faceta carismática del presidente en su interacción con la prensa y el público.
La jornada electoral también estuvo marcada por la presencia de numerosos ciudadanos que se congregaron alrededor de la casilla para presenciar el momento en que AMLO emitiera su voto. Los gritos de “¡presidente, presidente!” resonaron en el ambiente mientras esperaban que el mandatario saliera del recinto.
Dentro de la casilla, AMLO pasó aproximadamente 11 minutos, tiempo durante el cual varios pobladores aprovecharon para pedirle una «selfie». Al salir, mostró orgulloso su credencial de elector sellada y, de la mano de su esposa Beatriz, se dirigió nuevamente a Palacio Nacional.
La prensa, ansiosa por obtener declaraciones del presidente respecto al proceso electoral, recibió solo una breve y enérgica expresión: “¡Ánimo!”. Cuando se le preguntó por quién había votado, fue su esposa Beatriz Gutiérrez Müller quien respondió con una sonrisa: “el voto es secreto”, recordando a todos la importancia de la privacidad en el sufragio.
Este evento no solo marca el fin de una era para AMLO como presidente, sino también un momento significativo para la democracia mexicana. La presencia del presidente en su última votación como jefe de Estado, junto con la respuesta positiva de los ciudadanos, destaca la relevancia de la participación electoral y el ejercicio del voto como pilar fundamental de la democracia.
La jornada continuó sin mayores incidentes, y la imagen de AMLO votando por última vez como presidente quedará grabada en la memoria de muchos como un símbolo de su administración y de su impacto en la vida política de México.
