Apestado / En opinión de Jaime Flores Martínez 

Redacción MXPolítico.- Despojado de su feudo televisiva porque no puede remontar su pésima reputación, el impresentable diputado local del PT Marco Antonio Blásquez Salinas patalea desesperado, el pantano en que se encuentra amenaza con ahogarlo. 

¡Blásquez desafía a la gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila Olmeda! 

Y es que el pasado día 15, el diputado Blásquez dedicó la mayor parte de su programa de televisión a denostar a la gobernadora Ávila. 

Sin aludir los adjetivos que utilizó en la transmisión, Cicuta solo subrayará que este hombre hizo referencia a una caricatura que recién elaboró el cartonista Abraham Domínguez. 

En dicha imagen están de pie Blásquez y la gobernadora a la orilla de un precipicio. 

Ahí señala que admitieron el amparo para la realización de una consulta para saber si los bajacalifornianos estarían de acuerdo en revocar su mandato. 

En la caricatura Blásquez le dice a Marina que “creo que ahora si te someterás al juicio del pueblo”. 

Al margen de la visión que sobre Marina del Pilar tengan la mayoría de los bajacalifornianos, Cicuta alude la desafiante actitud de Blásquez y subraya que su osadía persigue lograr la reconciliación con Jaime Bonilla Valdez, quien recientemente lo marginó del tablero televisivo. 

Para que quede más claro, el ex gobernador Bonilla (propietario de una empresa televisora) le quitó el poder a Blásquez dentro del consorcio. 

Debido a su pésima reputación y sus constantes desaciertos, Marco Blásquez fue aventado hacia un rincón de la empresa. 

A pesar de sus maniobras desaseadas, Blásquez Salinas fue incapaz de moverle un ápice el suelo a la gobernadora Marina del Pilar Ávila, a quien su jefe Bonilla odia con odio jarocho. 

Bonilla le confió a Blásquez desplegar una estrategia mediática para despedazar a su enemiga la gobernadora, aunque Blásquez supuso que lanzarle descalificaciones y majaderías serían suficientes para tumbarla. 

Al sentirse el “general” dentro de su ejército, este hombre instruyó a sus vasallos “a tirarle con todo” a la gobernadora. 

Solamente que sus soldados se limitaron a arremedar sus actitudes y con ello provocar que Marina del Pilar se muriera de la risa. 

Al observar que su “alfil” Blásquez le ha servido para maldita la cosa, Jaime Bonilla le notificó su decisión y le dijo que —a pesar de tener un espacio destacado dentro de la programación— su deteriorada imagen continuaba. 

Bonilla no le echó en cara el fracaso de su estrategia contra Marina y aunque Blásquez salió con las orejas gachas, en su mente calenturienta le brincó una idea que podría ayudarle a pulirle la espada a su jefe Bonilla. 

La autoridad obligaría a la gobernadora a aplicar la revocación del mandato, considerado uno de los ejes rectores de la llamada cuarta transformación. 

Aunque Marina ha pasado por alto este ejercicio a Blásquez se le ocurrió presentar un amparo para obligarla a realizar una consulta para echarla del gobierno. 

¡Qué gran idea! ¡Será más fácil convencer a la gente que Marina no sirve! 

El asunto es que Blásquez antepone su deseo de congraciarse con Bonilla, sin reparar que la gobernadora… ¡puede meterlo a la cárcel! 

Ya en semanas anteriores Cicuta refirió que el Congreso del Estado rechazó la cuenta pública del último año en que Blásquez fue director del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda (INDIVI) 

Blásquez despachó como director del INDIVI durante la gestión de Bonilla como gobernador, donde (todo indica) vendió predios desincorporados a precios irrisorios. 

¡Es un desfalco por decenas de millones de pesos! 

Homs 

Conferencista y presidente del Consejo Mexicano de la Comunicación Ricardo Homs Quiroga no se explica como un segmento de la sociedad mexicana está dispuesta a “sacrificar su propia libertad y entregarla como ofrenda incondicional a su caudillo”. 

Y aunque nunca alude directamente al presidente López Obrador y a sus seguidores, Homs publicó en redes el pasado sábado 11 un texto impecable donde refiere una realidad actual que se vive en México. 

Homs subraya que la sociedad mexicana se encuentra dividida y eso es irrebatible. 

El autor no lo refiere, aunque habrá que señalar que desde su arribo a la presidencia López Obrador dividió a los mexicanos entre buenos y malos. 

Los ricos y los miembros de gobiernos anteriores son malos y “el pueblo”, es decir los pobres son los buenos. 

Positivo 

Qué bueno que — a pesar de tantos años—los mexicanos se enorgullecen de la decisión que tomó el presidente Lázaro Cárdenas del Rio en 1938. 

El 18 de marzo de ese año emitió el decreto de expropiación del petróleo, lo que significó quitarle el control a 17 empresas extranjeras que lo controlaban. 

Más allá de los intereses políticos, vale la pena destacar el orgullo de muchísimos mexicanos. 

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