Aumenta la desaparición de niñas y adolescentes en México
Desde mayo de 2022, México ha superado los 100 mil casos de desapariciones, y aunque los hombres lideran las cifras generales, las niñas y adolescentes mujeres están particularmente en riesgo. Los reportes indican una tendencia preocupante, con un incremento significativo en la desaparición de mujeres jóvenes en comparación con sus contrapartes masculinas, según Íconos, Revista de Ciencias Sociales de FLACSO Ecuador.
Chiapas se destaca como uno de los estados más afectados por este fenómeno. De enero a junio de 2024, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) registró 632 desapariciones en total, de las cuales 217 correspondieron a menores de edad.
De estas, el 70% fueron niñas y adolescentes mujeres. Tuxtla, Tapachula, Comitán y San Cristóbal de las Casas son los municipios con mayores cifras de desapariciones.
Preocupación Internacional y Nacional
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) expresó en 2021 su “profunda preocupación” por la violencia persistente contra mujeres y niñas en México.
A nivel nacional, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (REDIAS) han señalado la urgencia de abordar este problema, destacando que la violencia contra menores ha alcanzado niveles críticos.
Desapariciones en Ascenso
El aumento en la desaparición de niñas y adolescentes es alarmante. Según la investigación de María de Lourdes Velasco Domínguez y Salomé Castañeda Xóchitl publicada en Flacso Ecuador, a partir de 2007, los índices de desaparición han ido en aumento, especialmente entre mujeres jóvenes. En 2022, los casos de menores entre 10 y 19 años crecieron un 19% en comparación con 2021, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Expertos sugieren que este aumento puede estar relacionado con una economía de desposesión que produce formas específicas de violencia contra mujeres y niñas. La violencia sistemática por parte de instituciones de seguridad y justicia también contribuye a esta crisis.
