¿Cuál será el futuro de los gatos de Palacio Nacional?
Con la llegada del 1 de octubre, fecha en que concluye su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador deja una herencia poco convencional en Palacio Nacional: un grupo de 19 gatos que han sido declarados “activos fijos vivos”.
Esta distinción, que usualmente se otorga a edificios y objetos, es la primera vez que se aplica a animales, lo que subraya la importancia que tienen estos felinos en el recinto histórico.
Los gatos, como Bowie, Bellof, Nube, Coco, Yema, Ollin y Balam, son residentes permanentes de Palacio Nacional y disfrutan de la libertad de recorrer todos los espacios. Esto ha llevado a momentos inesperados, como su aparición durante las conferencias mañaneras de López Obrador.
Los empleados del Palacio les han brindado un ambiente acogedor, y el Gobierno de México ha colaborado con veterinarios de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM para asegurar su bienestar, vacunarlos, esterilizarlos y proporcionarles casas y comederos en el jardín.
Pero, ¿qué sucederá con estos felinos tras la mudanza de AMLO? La declaración de “activos fijos vivos” implica que el Estado se compromete a cuidar de ellos de por vida, lo que significa que continuarán siendo parte de la administración, ahora encabezada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.
Adriana Castillo Román, directora general de la Conservaduría de Palacio Nacional y Patrimonio Cultural, afirmó: “Los gatos ya son un símbolo de Palacio Nacional.
Yo ya no entendería el Palacio Nacional sin la presencia de los gatos”. Castillo Román destacó la necesidad de asegurar su cuidado y mencionó los esfuerzos realizados para certificar el Palacio como un espacio 100% libre de humo de tabaco, beneficiando tanto a la población como a los felinos residentes.
