México rechaza la petición formal de la presidenta Boluarte de Perú, quien demandó el traspaso de la presidencia pro témpore del bloque.
Redacción MX Político.- Un nuevo capítulo en el pleito protagonizado por el Gobierno de Perú y el Gobierno de México, fue escenificado este viernes.
La jefa de Estado peruana le exigiera al tabasqueño la presidencia de la Alianza del Pacífico «en el más breve plazo».
Días antes, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador inició la disputa diplomática, al acusar a la mandataria de haber perpetrado un golpe de estado contra su antecesor, Pedro Castillo.
Desde el día que Boluarte asumió, el 7 de diciembre de 2022, AMLO la rechazó y la acusó de haber llevado a cabo un golpe de Estado contra Castillo, con quien mantenía un buen vínculo. La tensión escaló hasta un nivel tan alto que Lima declaró «persona no grata» al embajador mexicano, Pablo Monroy Conesa y lo expulsó del país.
Se percibe que la situación está lejos de solucionarse. En una reciente mañanera, López Obrador aseguró que el gobierno de Perú es «espurio» y que, por eso, no quiere «entregarla la Alianza del Pacífico».
Según el reglamento interno de la Alianza del Pacífico, AMLO debía entregarle la presidencia pro témpore a Perú en noviembre de 2022 en una ceremonia que se iba a desarrollar en México, pero el Congreso peruano no le dio permiso a Castillo para viajar a recibir el cargo. Semanas después, el maestro rural anunció el cierre del Congreso, pero finalmente fue destituido y arrestado. En su lugar, asumió Boluarte, quien ordenó una fuerte represión de las protestas sociales que surgieron en su contra que dejó, hasta el momento, al menos más de 50 muertos.
«La Alianza del Pacífico es un proceso de integración que responde a políticas de Estado, a una visión de país, no es un mecanismo sujeto a intereses ideológicos o políticos coyunturales», aseguró Boluarte y recordó que el organismo fue creado hace diez años para «crear convergencia, una comunidad de naciones (…) para impulsar crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías y ser una plataforma de integración de cara al mundo».
La relación bilateral entre México y Perú atraviesa un mal momento porque no hay relación fluida entre los gobiernos de turno. Mientras AMLO intenta liderar el rechazo regional hacia Boluarte, la mandataria peruana busca acelerar su integración regional para despejar las dudas y denuncias en su contra y conquistar reconocimiento internacional. Por el momento, ambos mandatarios están lejos de conquistar sus objetivos.
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