Presiones inflacionarias en México: La dualidad entre política monetaria y gasto fiscal

Redacción, Noticias MXPolítico.-En medio de un panorama económico marcado por la gestión de la política monetaria y las decisiones de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) para combatir la inflación, un histórico flujo de remesas y una inyección anual de al menos 700 mil millones de pesos a través de programas sociales están generando una presión constante sobre los precios de productos, servicios y créditos.

A pesar de que los analistas han elogiado las medidas adoptadas por el banco central para frenar la inflación, la creciente liquidez en la economía, impulsada por el ingreso récord de remesas y la política fiscal expansiva del gobierno federal, está desafiando los esfuerzos por mantener la estabilidad de precios.

Mientras Banxico ha optado por mantener al alza las tasas de interés para desincentivar el consumo y controlar la inflación, el gobierno federal continúa con una política fiscal expansiva que, según proyecciones, resultará en un déficit del 5% este año, lo que pone en entredicho la efectividad de la política monetaria.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha respaldado el gasto en la economía, mientras que Banxico ha enfocado sus esfuerzos en combatir la inflación, sin considerar necesariamente las implicaciones de tasas más altas en las finanzas públicas.

Las tensiones entre ambos enfoques se han reflejado en las discusiones de la Junta de Gobierno del Banco de México, donde se ha advertido sobre los riesgos de mantener tasas elevadas por demasiado tiempo, así como el peligro de una «dominancia fiscal» que podría comprometer la estabilidad económica a largo plazo.

Aunque las tasas de interés se han mantenido en niveles altos desde principios de 2021, las preocupaciones persisten sobre si estas medidas son suficientes para contrarrestar la expansión del crédito y la liquidez en la economía.

El análisis de Citibanamex señala una desaceleración en el crédito bancario, especialmente en un contexto de política monetaria restrictiva. Sin embargo, el aumento continuo de la base monetaria, impulsado por programas sociales y remesas, sugiere que las presiones inflacionarias podrían persistir.

La reciente disminución en la tasa de inflación se atribuye en parte a subsidios a los combustibles y a la política monetaria restrictiva, pero el aumento constante en la cantidad de dinero en circulación sugiere que los desafíos persisten.

En resumen, la dualidad entre la política monetaria y el gasto fiscal plantea interrogantes sobre la eficacia de las medidas actuales para contener la inflación y mantener la estabilidad económica en México.

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