En opinión de Jesús Michel Narváez
Diezmo a la CNTE
Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Tienen razón los “maistros” de La CNTE al señalar que el incremento del 10% a sus salarios es casi un recordatorio materno. La promesa había sido: todos los profesores ganarán más de 16 mil pesos mensuales. (Nunca se aclaró si libres de impuestos o si serían gravados).
A diferencia de los luchadores, porque los de la CBTE lo son, aunque en ocasiones se les pase la mano, los subyugados del SNTE aplaudieron a rabiar el anuncio del incremento salarial.
La respuesta, que puede ser plan con maña de los gobiernos federal y de la Ciudad de México, no se hizo esperar: marcha, paro y plantón en ¡el ¿Zócalo!, justamente a 3 días de la concentración de la Marea Rosa a la cual fue invitada Xóchitl Gálvez.
En este mismo espacio se comentó el pasado de la posibilidad de un plantón promovido o provocado, como lo quiera usted llamar, por el huésped temporal de Palacio Nacional y ejecutado por su lacayo, el jefe de gobierno, sustituto, de la capital del país. Era, es la forma, de evitar que quienes acudan al llamado para concentrase el domingo a partir de las 9 de la mañana, no encuentren espacio y el riesgo de un enfrentamiento con los maestros es de alta posibilidad.
El presidente de la República perdió la oportunidad de volver a unir al gremio docente y contar con el respaldo de millones de posibles votantes. En el país hay alrededor de un millón 700 mil profesores de educación básica y de ellos casi 235 mil forman la disidencia magisterial que, con su acción iniciada ayer, el paro se concretará en cuando menos 6 entidades. Oaxaca afectará al mayor número de educandos, toda vez que es el centro operativo de la CNTE, seguido por Guerrero, Chiapas, Michoacán, la propia Ciudad de México y el Estado de México.
Negarse a dialogar con quienes fueron sus aliados para obtener el triunfo en 2018, no ha sido una buena estrategia gubernamental. Si bien la “mal llamada reforma educativa” fue sepultada en fosa clandestina, el nacimiento de su sucesora tuvo mal parto al no considerar los reclamos de la docencia.
Los maestros de la CNTE son “bravos” y no se dejan intimidar por ninguna autoridad. Recordar lo que hicieron en Oaxaca durante el régimen de Ulises Ruiz no es ocioso. Difícilmente podrían mantener un plantón de meses en el Zócalo… pero son capaces de impedir el acto del domingo mediante el debido pago y no necesariamente dinero en efectivo y bajo la mesa, sino con la respuesta a alguna de sus peticiones como la basificación y el incremento salarial “decente”.
Si bien es cierto que el 80 por ciento de los profesores pertenece al SNTE y sus liderazgos y la base “están felices, felices, felices” por el aumento del 10% a sus salarios anunciado en el Día del Maestro, no se descarta que, con fines político-electorales, se manifiesten en apoyo al “señor presidente” y muestren su “agradecimiento”.
Aunque se repita hasta el cansancio que “nosotros no somos represores”, los grupos de choque tanto policiales como extra-autoridades, están disponibles para “salvar a la Patria” y contener las acciones que impidan la “buena marcha del gobierno”.
Todo es posible en la 4t y en tratándose demostrar quien tiene el poder, no hay garantía de nada.
Ayotzinapa, maestros, Guerrero, Chiapas, Zacatecas, Sonora, Sinaloa, Oaxaca, Baja California, Mataulipas etcétera, serán herencias malditas para la sucesora.
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