Seguridad

Doble feminicidio en CDMX revela expansión del «Tren de Aragua» venezolano

El 30 de julio de 2024, los cuerpos de Stephanie y Susej, dos mujeres venezolanas, fueron encontrados en la colonia San Miguel Topilejo al sur de la Ciudad de México.

Este doble feminicidio ha destapado parte de las operaciones del «Tren de Aragua», un grupo criminal venezolano en expansión, en territorio mexicano.Stephanie y Susej, originarias de Maracay, Venezuela, llegaron a México en enero de 2024 después de un largo viaje desde su país. Meses después, fueron halladas con un disparo en la cabeza y señales de intento de calcinación.

Las primeras investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX sugieren que este caso refleja un problema más amplio relacionado con la migración venezolana y la creciente influencia del «Tren de Aragua» en México.

Según información de El País, el recorrido de las víctimas comenzó en Bogotá a principios de 2019. Posteriormente, Susej fue trasladada a varias ciudades, incluyendo Cali, Medellín, Ecuador y Lima, donde se reunió con Stephanie, quien había sido enviada a Santiago de Chile. Este tipo de migración forzada es característico del tráfico de personas operado por el «Tren de Aragua».

El periodista Carlos Jiménez (C4) documentó que al menos tres venezolanos, presuntamente vinculados al grupo criminal, podrían estar implicados en el feminicidio. Formarían parte de una célula que intenta establecer control en la calle Sullivan, conocida por la oferta de sexoservicio.

Las jóvenes fueron amenazadas de muerte por una deuda de 15 mil dólares, una táctica frecuente en casos de trata de personas.La investigación busca llevar ante la justicia a los responsables, ya que se vislumbra un contexto más amplio de violencia y crimen ligado a la llegada del «Tren de Aragua» a México.

En los últimos meses, se ha apreciado un aumento en asesinatos y detenciones relacionadas con personas de origen venezolano en la capital.El «Tren de Aragua» fue fundado en la cárcel de Tocorón en Venezuela bajo el liderazgo de Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero.

Ha evolucionado de una banda local a una organización criminal transnacional, expandiendo sus actividades a varios países de Latinoamérica, incluyendo Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil y ahora México. Cada célula maneja diversas actividades delictivas, desde préstamos ilegales y narcomenudeo hasta secuestros y trata de personas.

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