En Opinión De...

   En opinión de Jesús Michel Narváez  
 Domingo de ¿sangre?  

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Solo un dictador puede osar amenazar con un baño de sangre si pierde las
elecciones.
Y no podía ser otro que el nefasto, ignorante y millonario en barras de oro
depositadas en Teherán.
Nicolás Maduro, uno de los ejemplos antidemocráticos la segunda década del
siglo XXI, compite por el primer sitio con Daniel Ortega, antes revolucionario hoy
dictador pleno, se encuentra bajo la vigilante mirada del mundo que, aún confía
presuntamente equivocado, que podría respetar la decisión de los venezolanos.
Es posible que sea derrotado por Edmundo González Urrutia de la Plataforma
Unitaria Democrática (PUD) y Venezuela reviva los momentos en los que Juan
Guaidó encabezó la batalla legal por defender la democracia, fue reconocido como
presidente del país y perseguido, encarcelado y expulsado después de tres años
en los que no logró derrocar al, en ese momento cuestionado, heredero de Hugo
Chávez.
La elección de este domingo no parece ser un caramelo para quien ha llevado al
país más rico en reservas de petróleo del mundo, según los reportes de la OPEP,
a la crisis humanitaria más grave registrada en la región desde que asumió el
poder a la muerte de su mentor, de quien era su chofer, Hugo Chávez, ocurrida el
5 de marzo de 2013 en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo de la ciudad de
Caracas, sitio en el cual se encontraba recibiendo tratamiento médico para poder
aliviar una infección respiratoria contraída durante la última intervención quirúrgica
que se le practicó para combatir un cáncer que lo aquejaba, tras estar casi tres
meses internado en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de
La Habana.
El mismo que afirmó que el impulsor de la república bolivariana le habló a través
de un pajarito, hoy está en manos de los ciudadanos que podrán votar. Se teme,
sin embargo, que sean quienes reciben los beneficios económicos, que les
proporciona Maduro.
Las amenazas de Maduro provienen desde hace un par de meses y las elevó
hasta afirmar que, si es derrotado, habrá “un baño de sangre”.
Esa frase alarmó a Lula Da Silva, quien cimentó haberle dicho: “Si ganas, te
quedas, si pierdes, te vas”.
Difícilmente lo escuchará.
Porque está endiosado consigo mismo y cree que los venezolanos tienen en su
figura al “líder que añoraban”.
Amigo personal de Raúl Castro, porque Fidel apenas si lo miró de reojo, de Miguel
Díaz-Canel, de Daniel Ortega, de Vladimir Putin, entre otros y, por supuesto de
Andrés Manuel López, quien lo invitó a su toma de posesión y acudió gustoso,
aunque no se dejó ver públicamente.
Entró por la puerta trasera y por la puerta trasera se fue.

Si la derrota se hace realidad y Edmundo González se levanta con la victoria,
¿habrá baño de sangre?
Maduro, como todos los dictadores y dictadorzuelos como es él, no tiene la
intención de respetar el voto ciudadano. Controla el Poder Judicial y la Asamblea
Nacional. Tiene bajo sus órdenes a una guardia pretoriana que “daría la vida por el
amo” y las fuerzas armadas a su disposición.
El venezolano pasó de autócrata a dictador. Nunca conoció el poder hasta que su
mentor los designó ministro de relaciones exteriores en 2006 y más tarde
vicepresidente. La muerte de su mentor lo llevó al Palacio de Miraflores.
Hasta ahora no se conoce una sola declaración que haga suponer su disposición
por entregar al poder. Simplemente la amenaza quedó escrita:
Durante un acto público en una zona popular del oeste de Caracas Nicolás
Maduro señaló el 17 de julio: “El destino de Venezuela, en el siglo XXI, depende
de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de
sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el
más grande éxito. La más grande victoria de la historia electoral de nuestro
pueblo”.
Atemorizante expresión. ¿Se dejarán vencer los venezolanos que han sufrido las
consecuencias de un gobierno rico y un pueblo pobre?
La amenaza está latente. Y la pregunta única que flota en todo el continente –
exceptuando México, por supuesto- es si habrá baño de sangre.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y
en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio
Cañón en el 760 de amplitud modulada

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