El atentado a Ciro Gómez Leyva / En opinión de Carlos Alberto Duayhe

Si en ocasiones es complicado aprender y sortear situaciones que a todos se presentan en la vida, menos se sabe en lo que corresponde al fin de la misma, aunque inevitablemente hacia allá vamos.

Viene esto a colación por lo ocurrido al periodista de Grupo Fórmula e Imagen Televisión, Ciro Gómez Leyva, quien, como se ha documentado, estuvo a punto de ser asesinado a tiros por sicarios profesionales la noche del pasado jueves, quienes no lo lograron solamente por toparse con una unidad blindada.

Lo único claro hasta ahora es que se trata de un atentado previsto hasta en los más mínimos detalles de la trayectoria del comunicador, desde las instalaciones de Imagen Televisión hacia su domicilio particular, nada menos que en la colonia Florida de la Ciudad de México.

Por supuesto que esa misma noche las autoridades policiacas, judiciales capitalinas y los encargados de seguridad nacional se presentaron a levantar todas las diligencias, en tanto que los servicios de inteligencia ya andan tras los autores materiales y de quienes ordenaron el ataque.

Eso es lo que espera la sociedad sin distingos ideológicos, partidistas ni de ninguna otra magnitud.

Gómez Leyva suele ser amplio, profundo en su información y análisis de noticias políticas, económicas, sociales, de acuerdo con sus convicciones e intereses profesionales, lo cual es completamente válido en un estado democrático como el que se propone en México.

En todos los noticieros –redes incluidas- la violencia hace presencia al por mayor día tras día, tanto de delitos denominados de orden común y de la delincuencia organizada, que ya es otro terreno de por si delicado.

Si con delincuentes comunes se desconocen las reacciones que puedan tomar cuando un hecho se hace público, más complejas las consecuencias cuando se trata de los narcotraficantes.

El caso de Ciro ha levantado muestras de indignación y solidaridad en todos los sectores y eso que en el interior del país ejercer el periodismo es tres veces más riesgoso que en metrópolis gigantes como es el Valle de México.

Incluso muchos detractores de Ciro han condenado abiertamente el atentado, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha hecho críticas severas al ejercicio profesional del comunicador.

Ahora de nuevo a esperar las averiguaciones y más allá de lugares comunes o trillados de tanto decir, eficiencia, voluntad, estado de derecho y nada que lesione el ejercicio de la comunicación colectiva de nuestra nación, como ahora se presenta el caso del compañero Ciro Gómez Leyva.

Atraques:

1. Periodismo sin Fronteras reporta que en México hay hasta la fecha en este año, 11 periodistas muertos, sin esclarecer los casos. “Son cuatro más que en 2021 y tres más que en el mismo periodo en Ucrania, que fue el segundo lugar más mortífero del mundo para los periodistas debido a la invasión rusa”.

2. La incorporación de las fuerzas armadas en materia de seguridad aprobada ya por el Congreso de la Unión este mismo año, abre expectativas de cambio de fondo en la materia, pues en la mayor parte de las entidades del país vaya que urgen cambios.

3. En alerta la Guardia Nacional por la desaparición del coronel José Ignacio Grimaldo Núñez secuestrado 10 de diciembre en Tapalpa, Jalisco. Se presume que los autores son integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación, informó el general Crisóforo Martínez Parra, comandante de la XV Zona Militar. El coronel Grimaldo estuvo destacamentado en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

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