El canibalismo planetario es común, dice un ‘estudio de gemelos’ cósmicos

¿Qué tan estables son los sistemas planetarios? ¿Continuarán siempre la Tierra y sus siete hermanos en sus firmes caminos celestiales, o algún día podríamos ser expulsados aleatoriamente de nuestro hogar cósmico?

Los físicos comprenden las reglas que gobiernan las órbitas de dos cuerpos celestes, pero tan pronto como se suma un tercero (y mucho menos un cuarto, quinto o centésimo), la dinámica se vuelve mucho más compleja. Surgen inestabilidades impredecibles, en las que un objeto puede ser expulsado aleatoriamente al espacio o caer dentro de su estrella anfitriona.

El llamado «problema de los tres cuerpos» ha preocupado a los científicos durante siglos (y más recientemente forma la premisa de una serie de novelas de ciencia ficción superventas y una nueva adaptación de Netflix). Un obstáculo para comprenderlo ha sido que sabemos relativamente poco acerca de cuán común es que surjan inestabilidades tan catastróficas.

En un nuevo estudio publicado en Nature, nosotros y nuestros colegas hemos arrojado algo de luz sobre esta cuestión. En un estudio de estrellas cercanas, encontramos que uno de cada docena de pares de estrellas puede haber devorado un planeta, probablemente porque el planeta desarrolló un «bamboleo» en su órbita y cayó dentro de la estrella.

estudiando gemelos
Nuestro estudio encontró que al menos el 8% de los pares de estrellas en nuestra muestra muestran anomalías químicas que indican que una estrella había engullido material planetario que alguna vez la orbitó.

Para detectar esta señal sutil, tuvimos que descartar otras posibles explicaciones para estos patrones químicos. Por eso nos centramos en las «estrellas gemelas», que se sabe que nacieron al mismo tiempo a partir de la misma mezcla de materiales.

Este enfoque puede eliminar factores de confusión, de la misma manera que los estudios de gemelos a veces se utilizan en investigaciones sociológicas o médicas.

El resultado proviene de un estudio de estrellas gemelas llamadas C3PO que uno de los autores (Ting) inició en los EE. UU., al que más tarde se unieron Liu y otros.

Nuestro equipo recopiló una muestra exquisita de datos espectroscópicos de 91 pares de estrellas gemelas, muchas veces más grande que estudios similares realizados en el pasado.

Descubrimos que algunas estrellas se diferenciaban de sus gemelas y mostraban un patrón químico distinto con mayores cantidades de ciertos elementos como hierro, níquel y titanio en comparación con otros como el carbono y el oxígeno. Estas diferencias indican una fuerte evidencia de que la estrella ha ingerido un planeta.

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