En Opinión De...

   En opinión de Lilia Arellano  
 [El Castillo] Primero no va la «A»  

Si nos atenemos a las buenas voluntades, a los deseos, cada mañanera de Claudia Sheinbaum es todo un catálogo. Se habla de lo sano de consumir alimentos naturales y no de los saturados en grasas, de la comida chatarra; es bueno tomar agua hasta de Jamaica y no refrescos; se giran instrucciones a las cooperativas escolares para… EN MARZO del año próximo dejar de vender estos dañinos productos para los infantes de kínder a secundaria. “Es mejor un taco de frijoles que una bolsa de papas”, ejemplificó la mandataria. Aunque al llegar al fondo, son muchos los factores por los cuales los infantes llegan con el estómago vacío a las aulas. Igual se trata de padres trabajando desde muy temprano, lo cual no los exime de preparar un emparedado o una torta, pero siempre y cuando tengan el dinero para hacerlo.

Esta medida es vieja, viejísima y durante décadas no han logrado ni siquiera instalar los bebederos para el consumo del vital líquido. Quienes operan las cooperativas han dicho una y otra vez, no es esa la medida gubernamental, la política pública con la cual se remedie la mala alimentación infantil. Tienen en exhibición fruta, licuados, emparedados, quesadillas, pero los niños mayores piden permiso de salir del inmueble para, cruzando la calle, entrar a un Oxxo o cualquiera de estas tiendas y se surten de chatarras para su consumo y el de quienes les hicieron los encargos. ¿Van a pagar lo que cuesta cada botella de agua? La intención desde su primera aparición parece buena pero no es la solución correcta.

Sabedores de la difícil situación económica por la cual atraviesan los padres de familia en el presente -la multiplicación de hombres y mujeres haciendo el doble papel, cargando con todas las responsabilidades de los hogares-, la puesta en marcha de las escuelas de tiempo completo con alimentación incluida eran, en verdad, una solución en la cual, inclusive, participaban hombres y mujeres para la elaboración de los alimentos y existía cooperación para darles, los fines de semana, un postre hecho en casa. De tal suerte existía una enseñanza mucho mejor, mayor, con tiempo para analizar cada punto y atender a los menores y, por la otra, se garantizaba en la realidad una alimentación completa y sana.

Pero, en la transformación decidieron desaparecerlas al igual que, supuestamente, poner orden en las guarderías y lo uno y lo otro ha causado graves daños. No se trata de dar órdenes como lo hizo el titular de la SEP, Mario Delgado, de disponer desde el templete mañanero lo que cada quien debe ingerir. Se trata de poner en marcha política públicas, esa es la labor del gobierno, la cual han olvidado para, dictatorialmente marcar lo que no les corresponde, más aún cuando no cumplen ni siquiera con proporcionar instalaciones dignas, patios en donde puedan practicarse deportes, sanitarios limpios en donde no falte el agua y se mantengan sanitizados, tampoco hay estos servicios para los maestros, no se dieron a la tarea de instalar los famosos bebederos y, en las zonas calurosas, los ventiladores brillan por su ausencia.

Ni que decir de los vidrios rotos, de la inexistencia de canchas y de profesores de educación física. En un buen número de planteles ni siquiera se hacen las ceremonias cívicas semanales ni se lucha, se compite con buenas calificaciones para formar parte de la escolta portadora de la Bandera. La enseñanza y la estancia de los educandos se ha relajado, ha retrocedido en casi todos los aspectos porque ni se han modernizado, ni se tienen los viejos pizarrones en buen estado. Las cuotas escolares permanecen y, eso sí, hubo cambios en los libros de texto cuyos contenidos mantienen principios ideológicos a rabiar y no renglones en donde la ciencia esté presente.

Dictan imposiciones cuando no se consideran las raíces de la problemática escolar. Tomando en cuenta la trayectoria, inexperiencia, incapacidad, de quienes han estado al frente de la Secretaría de Educación Pública, incluyendo al grillo preferido Mario Delgado, no puede esperarse ningún avance. Lo malo es se mantienen secundados, la ex por el ex y el actual por quien cuenta con una trayectoria de suficiente preparación académica, además de ser madre y entender a la perfección la forma en la cual deben desarrollarse los años clave en la existencia de quienes, en el futuro, podrán conformar y garantizar el desarrollo del país.

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