El gran éxito de la 4T / En opinión de Víctor Roccas

Actualmente en México existen parámetros financieros de mejoría incuestionables como por ejemplo:

las grandes fortunas Forbes han aumentado, la recuperación de rentabilidad de las compañías más importantes en la bolsa mexicana de valores, el mercado de productos de lujo y exclusivos ha crecido al igual que las importaciones, las remesas se han incrementado, el presupuesto militar se ha elevado, grandes multinacionales financieras y tecnológicas se establecen en este territorio, la inversión de capital foráneo ha crecido al igual que la deuda pública, la industria del turismo y el narco generan más dinero que la industria del petróleo, se destinará más presupuesto para contener migrantes refugiados y guardia nacional vigilando la frontera sur para beneplácito de USA, etc…Y aún cuando parecen preguntas retóricas ¿A quiénes beneficia realmente tal despunte económico?, ¿A los pobres o a los poderes fácticos?

Cabría pues aclarar, estimado lector, que la 4T es considerada para la mayoría del “pueblo” como un fenómeno social basado en la ideología de izquierda, incluso hay quienes en su profunda ignorancia le conciben como “engendro” del comunismo.

Pero vayamos por partes; la izquierda, el comunismo y la 4T son 3 cosas distintas por más que muchos intelectuales de primer orden quieran marear a los ignorantes mezclándolas para crear el nuevo sentimiento anticomunista al más puro estilo de Joseph Raymond McCarthy y John Edgar Hoover en la década de lo 50´s.

Así permita colocar cronológicamente y primero lo que es la izquierda:

  • 1606, por orden de Jacobo I, Rey de Inglaterra, el estado garantiza derechos de asentamiento en la costa este de América del Norte (Territorio potestad del Reino de Castilla y León, gracias a las bulas papales alejandrinas de 1493) a dos compañías mercantes en competencia; la Virginia Company of London y la Virginia Company of Plymouth.
  • 1607, 14 de mayo, la Compañía de Londres establece Jamestown, el primer asentamiento Inglés en América del Norte, el 13 de agosto la Compañía de Plymouth establece el segundo asentamiento inglés, Popham Colony.
  • 1620, la Compañía de Plymouth embarca a los primeros 41 peregrinos puritanos holandeses, 79 anglicanos ingleses y 18 trabajadores esclavos que arriban a la bahía de Massachusetts en el barco Mayflower en donde se firma el “Pacto del Mayflower” que constituye el primer documento de gobierno independiente de una colonia inglesa des-entendiéndose de la monarquía de Jacobo I.
  • 1624, Jacobo I desarticula las compañías mercantes de Virginia fundando la Colonia Real de Virginia.
  • 1625, Muere Jacobo I, Carlos I de Inglaterra inicia su reinado.
  • 1628, Oliver Cromwell, de familia calvinista, es elegido miembro de la cámara de los comunes en el parlamento Inglés.
  • 1629, Carlos I de Inglaterra disuelve el Parlamento, tomando el poder absoluto.
  • 1641, Carlos I restituye nuevamente al Parlamento en 1640, debido a la mala administración del monarca.
  • 1641, el Parlamento inglés se divide en dos irreconciliables bandos; por un lado quienes apoyaban al derecho divino del Rey, a la corte y a la Iglesia anglicana, conocidos como los realistas o “Cavaliers”, y el bando contrario, representando al nuevo poder económico de la industria textil y los comerciantes reunidos con la pequeña nobleza terrateniente, conocida como “Gentry”, liderados entre otros por el mismo Oliver Cromwell y auto-denominados como los Parlamentarios o “Roundheads” (cabezas redondas).
  • 1642, Cromwell, extremista católico puritano, participa activamente en la llamada Primera Guerra Civil Inglesa entre Realistas y Parlamentarios.
  • 1648, Carlos I es tomado prisionero por los Parlamentarios (Roundheads), pero continúa animando a los Realistas (Cavaliers) en una nueva insurrección conocida como la Segunda Guerra Civil Inglesa.
  • 1649, el 30 de enero Carlos I o Carlos Estuardo es decapitado por decisión mayoritaria del parlamento puritano y calvinista encabezado por Oliver Cromwell, fundándose la llamada Mancomunidad de Inglaterra, es decir la República.
  • 1658, un joven John Washington quien había luchado al lado de los “Cavaliers”, apoyando la causa del Rey Carlos I, se embarca hacia América huyendo de los Parlamentarios, reside en Virginia y a la postre su bisnieto George Washington será el primer presidente de los Estados Unidos de America.
  • 1659, tras la muerte de Oliver Cromwell, el Parlamento Inglés de mayoría Realista restituye al heredero al trono, el Rey Carlos II.
  • 1689, el Parlamento Inglés, nuevamente en oposición a los desatinos y excesos de Carlos II y Jacobo II, promulga la Declaración de Derechos.
  • 1690, John Locke, filósofo inglés, publica “Dos tratados sobre el gobierno civil”, obra en la que se define el contrato social y los derechos naturales del hombre.
  • 1776, se promulga la “Declaración de Independencia Estadounidense”.
  • 1787, se promulga la Constitución de los Estados Unidos y se elige como primer presidente a George Washington, un aristocrático hacendado, miembro de la Cámara de Burgueses de Virginia (formada en 1642) y comandante del Ejercito Continental.
  • 1789, se promulga la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” en Francia.

¿Porqué, estimado lector, hago uso de esta inquietante e interesante parte de la historia? Pues simplemente porque considero es la primera y más real señal del inicio del declive de las monarquías absolutas por parte de los entonces ya empoderados nuevos privilegiados, mercaderes e incipientes industriales y hacendados, es decir la burguesía. Lo anterior sin duda alguna fue la base ideológica de la Independencia Estadounidense en 1775 y de la Revolución Francesa en 1789.

  • 1789, Francia, 4 de agosto, (148 años después del cisma del parlamento inglés entre Cavaliers y Roundheads) reunidos en Asamblea Nacional Constituyente, el parlamento francés decide por mayoría de votos promulgados por los diputados ubicados en la zona izquierda de la Asamblea Nacional eliminar la servidumbre, el feudalismo, los diezmos, los privilegios a nobles y clero, exigiendo igualdad para acceder a cargos públicos, lo anterior y otras cuestiones más todas en contra de los diputados que se encontraban a la derecha de la Asamblea y estaban a favor de mantener los privilegios monárquicos de Luis XVI, de la nobleza y del clero, de ahí surge lo que hoy conocemos y definimos como la izquierda y la derecha.
  • 1792, 13 de agosto, Luis XVI y su familia son aprehendidos y hechos prisioneros en la Torre del Temple.
  • 1793, el Rey Luis XVI de Francia y su esposa Maria Antonieta son ejecutados en la guillotina, de esa manera 144 años después de la decapitación de el Rey Carlos I de Inglaterra en 1649 inicia el periodo que finalizó con las monarquías por derecho divino para dar lugar al poder de la burguesía y el capital.

Aquella fue la izquierda que enarbolaba la igualdad de derechos y extinción de los privilegios de la clase dominante monárquica y clerical, aquella izquierda que cedió paso al inmediato poder de la burguesía, aquel pensamiento de izquierda que fue fundamento de la independencia de USA, Francia y muchos otros lugares del mundo incluido desde luego México.

Como se advierte en aquellas épocas conceptos como comunismo marxista o social-democracia ni al menos existían, sin embargo era evidente que conceptos como parlamento, asamblea, república, igualdad, derechos, mercantil, empresa, compañía ya causaban revuelo y tendencias que hasta hoy replican por su importancia social e ideológica.

Y gracias a aquellos principios de izquierda, cimentados primero en el Parlamento Inglés en el 1641 y luego definidos en la Asamblea Nacional Constituyente en Francia en 1789, ¡307 años! después, se promulgo la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos en 1948, donde 8 miembros redactaron la declaratoria, entre ellos una mujer de izquierda, sindicalista, feminista, enemiga acérrima de Edgar J.Hoover (anticomunista y director fundador del FBI), aquella mujer era la sobrina del presidente 26º de USA Theodore Roosevelt y esposa del presidente 32º de USA Franklin Delano Roosevelt, Anna Eleanor Roosevelt.

Luego entonces pasemos brevemente a lo que es Comunismo, no aburriré al sufrido lector en demasiados detalles, tan sólo intentaré explicar de manera simple el concepto;

En 1848, Karl Marx y Frederich Engels redactaron lo que hoy se conoce mundialmente como “Manifiesto del Partido Comunista”, tal escrito se define como el manual ideológico de bolsillo para entender los derechos del movimiento obrero, su importancia, y acciones en pos de la lucha de clases (Proletariado versus Burguesía), la historia de la lucha de clases, definiendo conceptos como el capital, propiedad, la burguesía, el proletariado, el trabajo, etc.

Lo más importante de este manifiesto es que muchos quienes lo ostentan o lo rechazan ni al menos lo han leído y mucho menos entendido que aquellas inquietudes que dieron pie a la lucha contra las monarquías con derecho divino y el clero habían creado otro poder mucho peor, la burguesía y el capital.

Los conceptos emanados de las mentes de Marx y Engels aún hoy causan terror entre el poder establecido no por su llamamiento sino por los criterios que emergen de su lectura, pero lamentablemente es igualmente un instrumento de propaganda para los demagogos de izquierda falsaria, si tan sólo más personas se tomaran el tiempo y esfuerzo para leerlo sería más claro que el Manifiesto del Partido Comunista invoca igualdad y derechos humanos tanto o más que otras declaratorias de igualdad pues el manifiesto también exige un cambio en la relación de capital, producción y sociedad, tendiente desde luego a “superar” (aufheben: palabra alemana que podríamos entender como trascender o superar) el capital en posesión de unos cuantos y dignificar el trabajo obrero al ser participe de ese capital redistribuyéndolo de manera equitativa entre la sociedad. Muy importante no confundir capital con mercado o propiedad privada, ni equidad con igualdad.

Por ello, y en el desconocimiento de esta sencilla obra de Marx y Engels los hay quienes se refieren con maña a la obra magna de Marx, El Capital, como base para denostar el concepto básico de comunismo como la lucha obrera y la lucha de clases. Quien desee saber que es el comunismo puede leer e intentar entender por si mismo el Manifiesto del Partido Comunista, que insisto, no es quitarle al rico para regalarlo al pobre, o mantener al haragán con el esfuerzo del empresario, o desaparecer la propiedad privada, como muchos imbéciles, manipuladores, fascistas y sofistas modernos sostienen.

Una vez establecido los anteriores dos conceptos pasemos a la “Cuarta Transformación”; la cuarta transformación, como con bombo y platillo se autodenomina la ideología ¡Social democrática!, que el mismo Andrés Manuel López Obrador acepta es la propia.

La social democracia es efecto del pensamiento de Edward Bernstein, empleado bancario, maestro particular, periodista y político alemán (1850-1932) y de sus teorías del llamado “revisionismo” o “reformismo” del marxismo durante 1895, que se pueden definir simplemente como la inserción pacífica y sumisa de los trabajadores al sistema burgués, al mercado que es en esencia capitalismo, es decir socializar el mercado pero no el capital, sumergir a cada individuo en la participación de un libre mercado que beneficia a unos cuantos tenedores o dueños del capital, por tanto no es ni por asomo un sistema ideológico que busque igualdad, sino uno que obliga a cada persona sobrevivir en la competitividad, el crecimientos sostenido y el mercado como pilares del capitalismo disfrazándole de la cacareada “economía mixta” y sacrificando en ello la justicia, la igualdad, la equidad y desde luego los derechos humanos emanados de la izquierda.

La Cuarta Transformación entonces ha logrado disipar aquel ánimo de libertad ante la lucha de clases difuminando esa tendencia crítica al capitalismo y sus abominaciones creadas en cada rincón de este mundo, abrigando al capitalismo (economía mixta) siempre en nombre de la ¡Democracia impuesta por los poderes fácticos!, y siempre bajo el precepto de la competitividad que se traduce en su más nefasta manifestación como imperialismo, bajo el crecimiento sostenido que ha reducido a este mundo en una debacle medioambiental y por supuesto inserto en el libre mercado que ha logrado separar abismalmente a un puñado de hiper-millonarios frente a la pobreza miserable de miles de millones y reteniendo en un estado sadomasoquista a millones más rehenes de un sistema laboral de esclavitud, todo a cambio de la fe y la esperanza que guarda cada individuo por llegar a ser algún día un proto-capitalista, la trampa de la meritocracia.

Ese es el éxito de la 4T y de López Obrador, lograr que millones desprecien la igualdad, la equidad, la justicia, los derechos humanos, la esencia del pensamiento de izquierda, que millones crean nuevamente que el dinero está por encima de la dignidad y la humanidad, que el mérito es la solución a la lucha de clases, porque ciertamente millones no creen, no quieren conocer y ya no les interesa el bienestar ajeno sino la supervivencia propia dentro de este injusto sistema capitalista.

Una cuarta transformación que abandera falsamente la lucha de clases mientras cobija el empoderamiento de los capitalistas, una cuarta transformación que utiliza los medios y la propaganda al igual que el capitalismo para terminar beneficiando a los ricos, manipulando a los pobres, una 4T que se declara patriota y nacionalista pero realmente es colonia arrodillada ante el libre mercado y explotación del imperio.

Una 4T que usa al ejercito ( como lo hizo el PAN ) para imponer su poder como cualquier estado fascista y el pensamiento del líder como única razón ( como el PRI ), una 4T que al supuestamente evitar una revolución social, como lo planteaba por Marx y Engels y ante la crítica pacifista y buenísta de Bernstein, ha cobijado miles y miles de muertes, hambre, migración, crimen, segregación, discriminación y violencia a manos de la ambición desmedida de los capitales.

El éxito de la 4T es mayúsculo sobre todo al valerse de la confusión de millones que no conocen la justicia, la igualdad, la equidad, la seguridad, los derechos humanos, el estado de derecho, el contrato social, ni la constitución, mucho menos las bases históricas de la lucha de clases y su propósito para alcanzar el bienestar para todos, no pretendiendo que todos seamos millonarios, cosa totalmente absurda, sino pretendiendo que todos participemos de consciencia social para apoyarnos equitativamente.

Hoy advierto que gracias a la 4T la ideología de la derecha se ha fortalecido, el combustible ideológico que alimenta al capitalismo es más volátil y sus adeptos, manga de ignorantes desertores de la historia y de la consciencia social, se sienten nuevamente reivindicados ante un gobierno que ha sido, insisto, un éxito total para demoler el real pensamiento de izquierda, lo cuál seguramente fue en inicio la razón real de USA al permitir a López Obrador haber llegado a la presidencia de México.

¿Cuántos estarán dispuestos ahora a renovarle oportunidad a estos falsos adalides de la izquierda que trabajan para la derecha?..

V.Roccas.

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