Cultura

El Inbal reconoce a Luisa Josefina Hernández por su legado a la dramaturgia nacional, el Teatro Orientación llevará su nombre

Redacción MX Político.- La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, reconocieron la trayectoria de Luisa Josefina Hernández, y en su honor el Teatro Orientación llevará el nombre de la reconocida dramaturga, novelista y ensayista mexicana.

La directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, emocionada al escuchar fragmentos de la obra inédita de Luisa Josefina Hernández, afirmó que la escritora y dramaturga ratifica esta gran convicción: “Estamos ante una gran escritora, ante una gran intelectual y sobre todo ante una mujer libre, absolutamente libre y literaria que hizo en su momento una ruptura con una línea en el arte dramático en nuestro país”.

Recordó que cuando en el marco de este 60 aniversario del Centro Cultural del Bosque se planteó la posibilidad de nombrar este teatro y se pusieron algunos nombres en la mesa, no hubo duda, porque era un acto de justicia y de regocijo, porque hoy estamos cumpliendo, al poner a este recinto el nombre de Luisa Josefina Hernández.

Tras agradecer la participación de las actrices Verónica Langer, Aimée Wagner, Verónica Bravo y Pilar Villanueva, así como de David Gaitán (nieto de la escritora), y las reflexiones del Dr. Felipe Reyes, la titular del Inbal destacó el papel de formadora que ella tuvo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero también en la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), “las dos instituciones más importantes donde se forman las y los teatristas en México, ahí está la huella también de Luisa Josefina”.

Asimismo, consideró “muy importante para nosotros hacerle este reconocimiento en vida, como dice su nieto: ‘cuando ella está bien, cuando es capaz de sonreír’, cuando es capaz de burlarse de muchas de estas situaciones de este paradójico país, donde las realidades brotan y se convierten en un elemento en verdad a veces jocoso”.

En el ahora Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández, donde develó la placa alusiva, reconoció la labor del equipo que trabaja en este recinto, “porque han construido esta posibilidad de renovación de este teatro, en una inversión histórica que se ha hecho para dar futuro, para dar la posibilidad de construir una vida escénica con públicos diversos que tendrán en este espacio la posibilidad de reencontrarse siempre con la obra y la memoria de Luisa Josefina”.

A su vez, anunció la ampliación de este escenario hacia el estacionamiento ecológico, ya que este Proyecto Chapultepec. Naturaleza y Cultura de la Secretaría de Cultura federal y el Gobierno de la Ciudad de México, “nos permitirá ampliar el Centro Cultural del Bosque a un espacio público y abierto, dedicado a las artes escénicas, de tal manera que este Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández podrá dialogar con sus visitantes.

“Este espíritu de formar generaciones también nutrirá este nuevo espacio donde además habrá la posibilidad de que las y los creadores del arte escénico encuentren un laboratorio, un lugar de conversación, interdisciplinario, un lugar donde puedan confabular nuevas experiencias escénicas donde el trabajo que Luisa Josefina Hernández ha construido de manera horizontal en el teatro, la literatura, la danza y muchos ámbitos también puedan estar en ese nuevo lugar que habremos de estrenar el próximo año”.

Por último, la directora general del Inbal comentó que Luisa Josefina Hernández seguirá dialogando con Guillermina Bravo, ambas nutrirán este espacio en ese espíritu de mujeres que son capaces de liderar las riendas de cualquier de los espacios que tocan.

Acompañado de familiares, amigos, de la comunidad teatral, en representación de Luisa Josefina Hernández, David Gaitán rememoró al maestro Alejandro Luna, de quien mencionó las aportaciones que dejó a su comunidad: Escenógrafo, iluminador, arquitecto, catedrático, mentor de muchas generaciones que hereda una estela de sensibilidad y sentido del humor que a muchos nos marcó de manera contundente.

Posteriormente el director y dramaturgo se disculpó a nombre de la escritora homenajeada por no poder asistir personalmente, “pero hacerlo sería un riesgo de salud que considera que es mejor no correr”.

Al referirse a la salud de la dramaturga dijo: Muy bien, es mi respuesta habitual y es también la verdad. Platicadora, risueña, lúcida, llena de anécdotas, devora libros y películas, enganchada estos días con el Mundial y muy visitada en Cuernavaca por toda su familia: sus hijas Mercedes y Luisa, sus hijos Lorenzo y Santiago; y su equipo de nietos que conformamos Pablo, David, Andrea, Luciano y Rafael.

Asimismo, dio lectura al mensaje preparado para esta ocasión: “Agradezco a las personas que decidieron llamar con mi nombre a un teatro, ciertamente es un honor, pero también algo más: hacer que por un tiempo perdure un recuerdo del artista, quien tiene un gran enemigo: el olvido. Muchas gracias”.

David Gaitán compartió el deseo de su abuela: “también me habló de cómo ahora le gusta la idea de estar junto al Teatro de la Danza Guillermina Bravo, su amiga entrañable. Siente que así, compartiendo espaldas mientras ven lo que en los escenarios con su nombre se hace, tendrán mucho de qué hablar”.

Reconocida dramaturga y académica

En 2006, el Inbal le otorgó la Medalla Bellas Artes, y en 2018, con motivo de su 90 aniversario, el Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia, originalmente creado en 1977, cambió su nombre a Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández.

Luisa Josefina Hernández, originaria de la Ciudad de México (1928), estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, con especialización en Arte Dramático, fue parte de una generación de escritores, entre ellos Emilio Carballido, Rosario Castellanos, Sergio Magaña y Jorge Ibargüengoitia; asimismo, después de heredar, por parte de Rodolfo Usigli, la clase de teoría y composición dramática, para la cual desarrolló un sistema aún vigente, ha formado a numerosas generaciones de escritores, dramaturgos y especialistas de la crítica escénica en México, lo que enriqueció su trayectoria como catedrática y ha sido nombrada profesora emérita de la UNAM.

El conjunto de su obra, ya sea narrativa, ensayo o dramática, ha propiciado y encauzado el surgimiento de nuevas dramaturgias, y la experimentación en la actuación y dirección escénica desde el siglo pasado hasta la fecha. Con más de 20 obras de teatro, una gran variedad se ha llevado al escenario, como Agonía, Los sordomudos, La corona del ángel, Arpas blancas… conejos dorados, La paz ficticia, El orden de los factores, En una noche como ésta, Habrá poesía, Las bodas y Los grandes muertos.

Su innegable aportación al lenguaje teatral se traduce en una inmensa riqueza basada en el conocimiento de los temas que aborda con honestidad, crítica y aguda ironía.

Fue colaboradora de La Palabra y El Hombre, becaria del Centro Mexicano de Escritores y de la Fundación Rockefeller; además de ser miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, como creadora emérita, desde 1994.

Entre los galardones que ha recibido destacan los del Concurso de las Fiestas de Primavera 1951 por Aguardiente de caña, de El Nacional por Botica modelo, del Concurso de Teatro de Bellas Artes 1955, el Magda Donato 1971 por Nostalgia de Troya; el Xavier Villaurrutia 1982 por Apocalipsis cum figuris; el Nacional de Teatro Juan Ruiz de Alarcón 2000, y el Nacional de Ciencias y Artes en el área de Literatura y Lingüística 2002.

El recinto tiene una historia muy particular desde sus orígenes, toda vez que nació con una vocación didáctica, pero con los años se abrió a expectativas más amplias. Un parque de juegos era en 1955 la entrada a este teatro diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. Dos años más tarde, en agosto de 1957, fue nombrado Teatro Orientación con el estreno de la obra Mundo de maravillas, dirigida por Manuel Lozano, con actores de teatro guiñol del Inbal.

Este espacio ubicado en el CCB estuvo dedicado en sus inicios exclusivamente al público infantil. Todos los fines de semana se presentaban funciones de cuentacuentos, películas educativas y puestas en escena de diversas compañías con obras dirigidas especialmente a las pequeñas infancias.

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