En opinión de Jesús Michel Narváez
El llamado del ¿amo?
Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Después de cuatro días de desatada la violencia en Culiacán y que ha cobrado al menos 12 vidas y una veintena ha sido herida. Los festejos de mañana, el Grito, la fiesta, suspendidos para “proteger a los ciudadanos”, en palabras del desgobernador de la entidad.
En la sesión del show matinal de los monólogos, el titular del espacio lanzó el llamado: “estamos pendientes. Que actúen con precaución, pero sin alarmismos, y que tengan cuidado si leen estos pasquines. No les crean (…), son muy tendenciosos y amarillistas”.
“Tienen que buscar otras formas, que no perjudiquen a la gente inocente, que no se enfrenten, que no haya pérdidas de vidas, que no afecten a otros y que no se afecten entre ellos. Es un asunto de ellos, nada más que no afecten a la población y que ellos también se cuiden, ayuden a su familia, no queremos pérdidas de vida”.
La preguntaron:
Le preguntaron: ¿Confía en que atiendan a su llamado?, preguntó una reportera.
Su respuesta detonó el egocentrismo exacerbado que lo abraza y disfruta.
Siempre. El presidente de México siempre es escuchado.
¿Incluso por los criminales?, le volvieron a preguntar.
Por todos, más si se tiene autoridad moral. Te lo aseguro.
El “hombre mejor informado del país” no se enteró del inicio de los enfrentamientos sino hasta que un reportero -de los profesionales no de los obsequiosos que contrata el señor voz-cero Jesús Ramírez Cuevas- y tardó tres días más en abordar el tema.
Levanta sospechosismo que se refiera a Sinaloa e ignore Chiapas, Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Sonora, Guerrero, entre otras entidades, donde se registran choques frontales de los criminales. En el sureste, la pelea por la plaza chiapaneca ha desplazado a cientos de familias, han muerto decenas de personas y la Guardia Nacional, como en Sinaloa, se vuelve “observadora
¿Por qué el mensaje se dirige a los integrantes del cártel del Pacífico o Sinaloa?
La respuesta que ofreció, no garantiza calidad moral.
Al ignorar lo que ocurre en otras latitudes de la República Mexicana y enfocarse solamente en la tierra que cuenta con un municipio llamado Badiraguato y al que ama el huésped temporal de Palacio Nacional, siembra la semilla de la duda de su no relación con los criminales.
Además, afirmar que las informaciones publicadas por rotativos influyentes en la entidad y otros a nivel nacional a los que calificó de pasquines y pedir que no les crean porque son amarillistas, minimiza los hechos y pretende desacreditar a los medios que solamente cumplen con el deber de informar a sus lectores.
Sus palabras repican como cuando expresa “vamos requetebíén”, el “sistema de salud es mejor que el de Dinamarca”, la “violencia se ha reducid” y la “economía crece y crece”.
Todo indicaría que la nostalgia de no seguir sentándose en la Silla del Águila lo hace sentirse el poderoso, cuya “calidad moral” lo lleva por el sendero de la soberbia.
Sabe y bien cómo está el país, pero lo ignora todo para salirse con la suya y decir que los medios de comunicación son amarillistas porque ya no hacen negocios con el Gobierno.
En fin, el llamado a los criminales de Sinaloa, producen la pregunta:
¿Es la voz del amo la que se escuchó?
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