Exigen mayor seguridad en municipio indígena de Oaxaca
Redacción Oaxaca Político / NVI Noticias.- Después del linchamiento de dos hombres en San Juan Atepec, perteneciente al Distrito de Ixtlán Juárez, el pasado lunes 26 de febrero, los pobladores se mantienen en máxima alerta, con los caminos a la comunidad cerrados; pero, además, amenazan con hacer justicia “caiga, quien caiga”.
De acuerdo a la versión de comuneros del lugar, después del linchamiento de los hermanos Diego y Daniel, se tomó la decisión de impedir el paso a la comunidad a la Guardia Nacional, la policía estatal y los propios agentes investigadores de la fiscalía del estado, por la falta de respuesta de las autoridades estatales a su demanda de atender el problema de inseguridad que viven en ese pueblo, a partir del retorno de jóvenes con problemas de adicciones a drogas como la marihuana y cristal.
Señalan que desde 1984 estos jóvenes radicados en el Distrito Federal regresaron a la comunidad y una noche en estado inconveniente, presumiblemente drogados, asesinaron al síndico municipal Urbano Velasco, crimen que quedó impune.
Añaden que el 15 de enero del año en curso, asesinaron al ex síndico municipal, Abelardo Bautista, por denunciar las malicias de los que en el pueblo denominan como “sicarios”.
Subraya que el día de los hechos, los hermanos intentaron matar a otro líder comunero y su esposa, pero no cumplieron con su cometido y nada más los hieren. “El líder comunero logró identificar a los sicarios, acudió para salvar su vida a la unidad de salud, poniendo su respectivo informe ante la autoridad. Entre balacera lo hizo y policías y topiles vivieron los hechos; tarde y noche los sicarios disparaban sin cesar para intimidar al pueblo. Un pánico nunca vivido en la comunidad”.
Añaden que: se ocupó el último recurso anunciando en zapoteco que la gente guardara sus armas porque la Guardia Nacional haría su intervención, estos hechos sucedieron más de seis horas, no cesaban los disparos. Hasta que los comuneros se organizaron para ir a detener a los sicarios Diego y Daniel en su zona de operación en la Rosa Blanca.
Lamentan que la migración y el retorno de jóvenes con otros comportamientos y actitudes adquiridos en las ciudades a las que migran vuelva incierto el futuro de la niñez atepecana y ponga fin a la juventud.
“Históricamente nadie opina y nadie dice nada sobre el daño a la salud a las nuevas generaciones, si lo hacen les va mal. Según la información recabada entre la expresión oral, este problema ya se vislumbraba entre los comuneros, cómo hacer para rescatar a la juventud y a la niñez sobre del consumo de la marihuana y el cristal”.
Pero antes de encontrar una posible solución, han sucedido estos lamentables hechos.
GPP
