Seguridad

Expansión del Cártel de Sinaloa y CJNG en Europa: Rumania como Punto Estratégico

En un movimiento estratégico que ha captado la atención de las autoridades y analistas internacionales, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han ampliado significativamente sus operaciones en Europa, particularmente en Rumania, utilizando el país como una base crucial para el tráfico de drogas hacia otros mercados continentales.

Según la Administración de Control de Drogas (DEA), el Cártel de Sinaloa ha expandido sus actividades delictivas a más de 100 países en varios continentes, y en Europa ha establecido una presencia considerable desde aproximadamente 2015. La península balcánica, que incluye países como Albania, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, y especialmente Rumania, ha sido identificada como una región clave para estas organizaciones criminales mexicanas.

Rumania, tradicionalmente utilizada como un país de tránsito para el contrabando de drogas hacia mercados como Ucrania, Rusia y China, ahora enfrenta una preocupante escalada en el consumo local de drogas, incluyendo marihuana, opioides, heroína, anfetaminas y cocaína. Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA, subraya que el 70% de las drogas que llegan a Rumania, especialmente desde los cárteles mexicanos, lo hacen a través de rutas marítimas.

«El gobierno de Rumania está preocupado por el aumento del consumo de drogas dentro del país, lo cual está vinculado directamente con las actividades de los cárteles mexicanos como el Cártel de Sinaloa y el CJNG», declaró Vigil durante una entrevista con Infobae México. Además, mencionó que estas organizaciones criminales han establecido vínculos con estructuras criminales locales desde hace años, facilitando el trasiego y la distribución de sustancias ilícitas en toda Europa.

La presencia del CJNG también ha sido notoria en Rumania, según informes de inteligencia de seguridad del país. «Al parecer, el CJNG está buscando expandirse en Europa, compitiendo con el Cártel de Sinaloa por el control del mercado de cocaína que antes estaba dominado por grupos colombianos», agregó Vigil.

Estas conexiones entre el crimen organizado mexicano y las mafias rumanas no son nuevas. En 2021, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México presentó denuncias contra Florian Tudor, alias El Tiburón, por sus presuntos vínculos con el lavado de dinero y otras actividades delictivas en colaboración con políticos y empresarios mexicanos.

El libro «El Amo de Jalisco», del periodista Ricardo Ravelo, detalla cómo la DEA ha estado siguiendo de cerca las actividades de Tudor y su red criminal, lo que llevó a la expulsión de un dirigente político mexicano vinculado con él.

La expansión de los cárteles mexicanos en Rumania se intensificó en marzo de 2020 con la captura de Carlos Rubén Ramírez Monroy, conocido como El Flaco, un alto miembro del CJNG que operaba en Europa y otros continentes. El Flaco fue extraditado a Estados Unidos y condenado a más de 15 años de prisión por tráfico de metanfetaminas.

Según Vigil, los cárteles mexicanos ven en Rumania un mercado potencialmente más lucrativo que Estados Unidos, debido a las mayores ganancias económicas que pueden obtener. Esta situación plantea desafíos significativos para las autoridades rumanas y europeas en la lucha contra el crimen organizado internacional.

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