Una explosión en una fábrica clandestina, presuntamente operada por narcotraficantes, dejó un saldo trágico de seis hombres muertos y uno gravemente herido en el poblado de Cenobio Moreno, en Buenavista Tomatlán, Michoacán. La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que el estallido ocurrió en los primeros minutos del sábado en una construcción improvisada donde se elaboraban artefactos explosivos.
Según las autoridades, la fábrica, conocida como «narcofábrica», producía explosivos que sicarios utilizan para atacar con drones, colocarlos como minas terrestres o dispararlos en morteros caseros. La magnitud de la explosión provocó que algunos de los fallecidos murieran calcinados, mientras que otros sufrieron quemaduras de tercer grado. Un séptimo hombre sobrevivió con heridas graves y la amputación de sus manos, siendo trasladado de urgencia a un hospital en Tierra Caliente.
Los cuerpos fueron llevados al Servicio Médico Forense (Semefo) para su identificación. Se sospecha que algunas de las víctimas podrían ser sicarios de origen colombiano.
Habitantes del poblado solicitaron auxilio a las fuerzas de seguridad, quienes desactivaron diversos artefactos explosivos esparcidos en la zona. Entre las hipótesis más fuertes, se encuentra la operación de la «narcofábrica» por parte del Cartel de Los Blancos de Troya, liderado por César Alejandro Sepúlveda Arellano, alias ‘el Bótox’. Este cartel, aliado del grupo criminal Los Viagras, ha estado en conflicto con Los Caballeros Templarios, apoyados por el Cartel de Tepalcatepec.
Los enfrentamientos entre estas alianzas criminales han escalado desde el 19 de agosto, afectando varias comunidades de Michoacán, donde se disputan el control de la producción y tráfico de drogas, así como otras actividades ilícitas como secuestro y extorsión. Apenas el viernes, siete soldados resultaron heridos al intentar desactivar explosivos en otro poblado de Buenavista Tomatlán, en lo que se presume es una escalada de violencia en la región.