Falleció tras acudir herido al hospital sin insumos de Juchitán
Redacción Oaxaca Político / El Imparcial de Oaxaca.- Un caso que combina violencia y la alarmante situación del sistema de salud salió a la luz este lunes tras el fallecimiento de Bernardo S. S., conocido como “El Chima” o “El Rengo”. La víctima murió en el Hospital General Dr. Macedonio Benítez Fuentes después de horas de agonía, tras ser atacado a balazos en la madrugada del lunes y ante una evidente carencia de insumos, personal especializado y equipo médicos.
UN ATAQUE MORTAL Y UNA ATENCIÓN MÉDICA INSUFICIENTE
La agresión ocurrió el lunes por la madrugada, a las primeras horas, cerca de la parada de autobuses con destino a Unión Hidalgo o Rancho Gubiña. Donde Bernardo, un trabajador del Mercadito 2 de Noviembre, presuntamente consumía sustancias sintéticas. Testigos narraron que un hombre armado disparó contra él en repetidas ocasiones. Dejándolo finalmente gravemente herido en el suelo.
Paramédicos del Heroico Cuerpo de Bomberos trasladaron al hombre al hospital. Sin embargo, al llegar, Bernardo, consciente de las limitaciones del nosocomio, inicialmente se resistió a ser atendido. Su familia tuvo que rogar para que los médicos hicieran lo posible por salvarlo.
“No hay autoclave, no hay nada estéril, no hay nada, la verdad. Ya rechazamos a tres, no hay nada, honestamente pues. No hay medicamentos, no hay laboratorios, no hay radiología”, expresó una trabajadora de la salud en un video que circula en redes sociales.
En la grabación, Bernardo se escucha desde la cama de hospital exclamando con desesperación:
“¡Me duele, ayúdenme!”.
Las condiciones descritas y la falta de recursos podrían haber contribuido a su fallecimiento, pese al esfuerzo del personal médico.
LAS SECUELAS DE UN SISTEMA HOSPITALARIO DETERIORADO
El Hospital General Dr. Macedonio Benítez Fuentes, similar al Hospital General Aurelio Valdivieso, enfrenta una crisis grave de insumos y personal, según múltiples testimonios. Este caso expone una realidad alarmante: la incapacidad de algunos hospitales públicos de Oaxaca para responder a emergencias debido a la carencia de equipos básicos y medicamentos esenciales.
Bernardo finalmente falleció el lunes, horas después de ser ingresado. Su muerte ha provocado indignación entre la población local. La cual cuestiona la falta de inversión en salud pública y la indiferencia de las autoridades frente a la precariedad hospitalaria.
UN PATRÓN DE VIOLENCIA Y DESATENCIÓN
El asesinato de Bernardo no solo refleja la violencia que azota a la región, sino también cómo las fallas del sistema de salud agravan las consecuencias de esta. Juchitán ha registrado un aumento en los índices de criminalidad. Con ataques similares en lugares públicos. Sin embargo, las víctimas no solo enfrentan a los agresores, sino también a un sistema de salud inoperante que dificulta su supervivencia.
CLAMOR POR JUSTICIA Y MEJOR ATENCIÓN MÉDICA
Por otra parte, la comunidad juchiteca ha exigido una respuesta integral: un compromiso serio por parte de las autoridades estatales, para dotar a los hospitales de recursos y mejorar la atención médica.
El caso de “El Chima” pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar dos crisis paralelas en Oaxaca: la inseguridad y las fallas críticas en el sistema de salud. Mientras no se atiendan estas problemáticas de raíz, tragedias como esta seguirán ocurriendo, afectando a las comunidades más vulnerables. E independiente de que “El Chima” haya tenido vínculos delincuenciales o su agresión tenga motivos relacionados con los mismos, era un ser humano que merecía los mismos derechos a la salud y a la vida que todo ciudadano debe tener.
GPP