Las familias de siete policías federales desaparecidos el 16 de noviembre de 2009 en Zitácuaro, Michoacán, han hecho un llamado urgente para investigar la cadena de mando que envió a los agentes a una misión sin protección, en el contexto de la guerra contra el narcotráfico.
Entre los responsables mencionados se encuentra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien actualmente se encuentra preso en Estados Unidos.En una conferencia de prensa, Araceli Rodríguez, madre de Luis Ángel León, uno de los desaparecidos, expresó su frustración al señalar que “a 15 años de la desaparición, no hay funcionarios encarcelados”.
Rodríguez cuestionó la falta de acciones contra aquellos que permitieron que sus hijos fueran enviados a una zona peligrosa sin las medidas adecuadas. “¿Dónde están los que de verdad perpetraron el acto por su permisividad?”, insistió.
Rodríguez recordó que su hijo y sus compañeros fueron advertidos por su comandante inmediato, Raymundo Hernández Guzmán, quien les lanzó una amenaza antes de la misión: “de su cuenta corría que ellos no llegaran a su destino y su madre ni el seguro de vida iba a poder cobrar”. Esta situación resalta la falta de apoyo y protección que recibieron los agentes.
La madre también reveló que días antes de la desaparición, García Luna había llevado a uno de los policías desaparecidos, Juan Carlos Ruiz Valencia, a Ciudad Hidalgo en un helicóptero y lo dejó abandonado. “Juan Carlos se tuvo que regresar a la medianoche en camión”, relató Rodríguez.
Víctor Del Pozo, consultor jurídico de Justicia Transicional MX, subrayó que el Estado mexicano ha fallado en cumplir con sus responsabilidades hacia las familias afectadas.
“No solo deben reparar el daño causado a los derechos humanos, sino también instalar un memorial frente al extinto centro de mando de la Policía Federal y ofrecer una disculpa pública”, afirmó.