La refinería de Dos Bocas, ubicada en Tabasco, sigue siendo un punto crítico en la administración de Andrés Manuel López Obrador, ahora heredado a Claudia Sheinbaum, con resultados decepcionantes en el proceso de refinación de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Durante octubre, el volumen de crudo procesado alcanzó su nivel más bajo en 12 meses, con un total de 730,744 barriles diarios, lo que representa una caída del 17% respecto al mes anterior.
El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, reveló que la nueva refinería Olmeca, situada cerca de Dos Bocas, no procesó petróleo en octubre. Aunque se reportó un inicio de operaciones en junio con 9,000 barriles diarios, la producción ha sido errática.
En julio se alcanzaron 65,406 barriles diarios y en agosto se llegó a un máximo histórico de 84,128 barriles. Sin embargo, en septiembre la cifra cayó drásticamente a 18,118 barriles y finalmente a cero en octubre.
Rodríguez Padilla explicó que la planta ha estado en pruebas y que un incidente eléctrico, solucionado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), había retrasado su operación completa. “A finales de noviembre estaremos trabajando ya con los dos trenes”, aseguró el directivo sobre la reactivación de la producción.
La situación es alarmante no solo para la refinería Olmeca. Las otras instalaciones de Pemex también han reportado caídas significativas en su capacidad de procesamiento. Por ejemplo, la refinería de Tula vio una reducción del 38% en su producción mensual, pasando de 204,741 barriles diarios en septiembre a solo 126,565 barriles en octubre. La refinería Salina Cruz también sufrió una disminución del 49%, situándose en 115,596 barriles por día.
Expertos han señalado que los problemas operativos no se limitan a las cifras; el sistema nacional de refinación está operando a menos del 50% de su capacidad nominal.
La falta de mantenimiento adecuado y el uso ineficiente del crudo pesado han llevado a una disminución notable en los rendimientos. Mientras que entre 2007 y 2012 el rendimiento promedio era del 66%, entre 2019 y 2023 cayó al 54%.
La administración actual enfrenta críticas severas por su manejo del sector energético. A pesar de las promesas iniciales de rescatar a Pemex y aumentar la producción petrolera, los resultados han sido decepcionantes.
Con información de La Otra Opinión y El Economista
